El gobernador del estado Zulia, Manuel Rosales, lideró este domingo, 17 de diciembre, los actos conmemorativos por los 193 años de la muerte de El Libertador Simón Bolívar, que iniciaron con Te Deum en la Santa Iglesia Catedral de Maracaibo y continuaron con una ofrenda Floral en la Plaza Bolívar.
Acompañado por una parada policial, gabinete de gobierno, autoridades del Poder Legislativo, universitario, representantes del Cuerpo Consular y miembros de la Academia de la Historia, entre otras personalidades zulianas.
Luego de la ofrenda floral ante la estatua ecuestre de El Libertador, Rosales presentó un recuento sobre la gesta y últimos días de este insigne hombre.
«Hoy se conmemoran 193 años de la muerte del más grande héroe de América, nuestro libertador Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte Palacios y Blanco. Militar y político venezolano, figura destacada de la emancipación hispanoamericana frente al Imperio español, hombre fundador de la Gran Colombia y Bolivia».
Apuntó que 193 años después de la muerte de El Libertador vemos cómo corren los tiempos, se mueve la geopolítica y los acontecimientos vuelan a velocidades abrumadoras.
«A veces la historia se llena de olvidos. Suele ocurrirnos que los recuerdos de fechas, gestas y hazañas tienden a borrarse de nuestras memorias, pero El Libertador Simón Bolívar fue tan grande que no solo se quedó para siempre nuestros corazones, sino que será imposible desprendernos de sus lecciones sobre cómo vencer dificultades y alcanzar la gloria eterna».
Continuó: “Hoy venimos a rendirle el homenaje del pueblo zuliano y a ratificar que siempre será para nosotros el faro que guiará los caminos. Pudiéramos cometer el atrevimiento de conjeturar que su muerte, con apenas 47 años de edad, estuvo relacionada con los sacrificios sobrehumanos que al final minaron su salud, dicho de otra manera, Bolívar entregó su vida a cambio de nuestra autodeterminación. 20 años de luchas con victorias y derrotas se llevaron por delante su juventud».
Rosales argumentó que derrotar al Imperio español supuso esfuerzos inauditos.
«Ciertamente, borró tres siglos de dominación, pero a un costo vital. Cuando decimos que es imposible olvidar al Padre de la Patria, también nos estamos refiriendo a la profundidad de sus ideales. Cómo negar certidumbre a sus proclamas sobre la unidad hasta en sus horas más dolorosas, pidió el cese de las divisiones para consolidar la República y encaminar a las generaciones venideras hacia la mayor suma de felicidad posible».
Rosales afirmó que Bolívar jamás creyó en personajes oscuros, ni en la práctica de la traición.
«Bastaría repasar la historia, para entender sus razones en el desprecio a los traidores. Los traidores suelen generar divisiones, manipulaciones y rencores. Ahí Bolívar fue firme, categórico y visionario. Si quisiéramos tomar como propia aquella línea de conducta, diríamos que coincidimos plenamente con el Padre Bolívar, en que solo en unidad podemos reencontrarnos, en que en solo en unidad podemos reencontrarnos con la patria que soñó».
Para el gobernador de Zulia esta Venezuela de hoy dista mucho de ser la tierra que heredamos de sus luchas.
«El hambre, los malos ejemplos y la destrucción del sistema educativo configuran una realidad que contrasta con la moral y las luces de sus creencias. Llevamos un cuarto de siglo perdido. Las riquezas naturales son referencia para los libros de contabilidad internacionales, pero no se traduce en el bienestar de las mayorías. Es muy difícil que de esa manera se le rindan buenas cuentas a El Libertador».
En retrospectiva, Rosales dijo que aquel 17 de diciembre de 1830 «realmente nos conmueve admitir que, buena parte de aquellos sacrificios, no han sido honrados a cabalidad. Sin embargo, nunca es tarde estamos a tiempo de saldar esa deuda con Bolívar».
Recalcó que el próximo año deberíamos volver aquí, a decirle a El Libertador que, finalmente, nos unimos por el preciado bien de la patria y que prestos estaremos para iniciar la nueva era de justicia y prosperidad.
«Ese debe ser el compromiso, más allá de un homenaje protocolar, estamos llamados a prometer y cumplir y la gran promesa debe ser la unión que él nos enseñó. Es el único camino para frenar la destrucción y recuperar los senderos de la felicidad, la paz y la prosperidad».
Finalmente, el Gobernador pidió que el alma de Bolívar siga bajo la protección del Dios Padre. «Y que allá desde la posteridad nos guíe y nos ilumine».
Fuente: La Verdad