Hacia la 1:30 de la tarde (hora en Colombia), los vecinos del Lago Ranco, un exclusivo sector turístico a 780 kilómetros de Santiago, en Chile, dieron el aviso sobre un helicóptero que se había precipitado al poco tiempo de despegar.
Y a los pocos minutos, las autoridades de Chile confirmaron que en esa aeronave viajaba el expresidente de Chile, Sebastián Piñera. El eco de la noticia empezó a crecer, por lo que había incertidumbre respecto el destino del exmandatario.
Las primeras versiones que han trascendido es que el expresidente iba al comando del aparato; sin embargo, quedó atrapado por el cinturón de seguridad y se hundió en el lago, de donde los servicios de seguridad recuperaron su cuerpo.
Incluso, como reveló la prensa chilena, el expresidente, de 74 años, habría hecho una maniobra para que los ocupantes pudiesen saltar. No obstante, él no pudo hacer lo mismo que sus familiares.
También trascendió, a través de los mismos medios de ese país, que Piñera les habría dado un contundente mensaje a sus familiares antes del siniestro aéreo: «Salten ustedes primero, porque si salto yo con ustedes, el helicóptero nos caerá encima a todos».
La ministra del Interior chilena, Carolina Tohá, dijo que Piñera “tendrá todos los honores y reconocimientos republicanos que merece”.
La Fiscalía de Chile investiga las circunstancias del siniestro aéreo sobre el Lago Ranco. De hecho, se manejan algunas hipótesis sobre el lamentable suceso.
También se busca establecer una muerte por inmersión tras no poder quitarse el cinturón de seguridad, como sí lo hicieron sus acompañantes.
También se planteó alguna molestia de salud que impidió a Piñera llegar a su destino, que era su casa de veraneo en Bahía Coique. Se habla que de que el exmandatario sufrió un problema cardiaco cuando piloteaba el helicóptero.
Los testimonios de los tres familiares de Piñera que sobrevivieron al accidente serán claves para conocer lo que pasó en el helicóptero.