Según el más reciente informe presentado por Una Ventana a la Libertad (UVL), durante el año 2023, hombres y mujeres bajo la custodia del Estado venezolano, es decir, privados de libertad, continúan enfrentando riesgos mortales debido a complicaciones respiratorias, tuberculosis, desnutrición, cáncer e infartos, entre otras enfermedades.
El informe anual de la ONG señala que, lamentablemente, al menos 17 personas que estaban recluidas en centros de detención preventiva o retenes policiales perdieron la vida por motivos de salud, distribuidas en ocho casos durante el primer semestre y 9 durante el segundo semestre de 2023. Además, se reporta la muerte de otro detenido que había logrado escapar y posteriormente fue recapturado.
La atención se centra en la preocupante tendencia de violencia autoinfligida, con cinco casos de suicidios registrados dentro de algunos calabozos policiales a lo largo del año pasado.
El informe destaca la gravedad de la cifra de suicidios al compararla con la incidencia de casos de tuberculosis. Asimismo, la investigación revela que un recluso, alojado en un calabozo policial, perdió la vida como consecuencia de un golpe recibido en el abdomen.
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