El Naranjal llegará a 57 años en el olvido y lleno de problemas
El Naranjal, en el norte de Maracaibo, arribará el próximo julio a sus 57 años y no presenta su mejor rostro debido al olvido y a los efectos del tiempo que han originado la acumulación de problemas y la carencia de servicios de un área urbanística, que no permiten una mejor calidad de vida a sus habitantes.
La vialidad de la populosa urbanización ubicada en la parroquia Juana de Ávila ha perdido la capa asfáltica en algunas calles a riesgo de transitarlas en vehículos que pueden sufrir desperfectos.
Este es uno de sus principales problemas. Asimismo, la ausencia de alumbrado público, aunado a que sus habitantes sufren a diario el castigo de apagones, es otro problema que los residentes aspiran ver resuelto antes de celebrar el aniversario con calles, avenidas y plazas bien iluminadas.
“Otro sufrimiento que tenemos aquí es la ausencia de vigilancia policial a cualquier hora del día”, expresó Luz Cabrera, quien habita uno de los apartamentos cercanos al centro comercial, al periodista José Aranguibel Carrasco.
Explicó que desde que la urbanización fue creada cuenta con un puesto policial, pero “hoy no tiene la dotación de oficiales que puedan brindar la seguridad a sus habitantes. Desde su fundación, El Naranjal contaba con patrullaje de oficiales a pie. Eran policías llamados de punto que podían ser ubicados rápidamente ante cualquier emergencia de seguridad”.
Por su parte, Eladio Ruiz, jubilado de la administración pública, señaló que, si bien reclaman algunas carencias, debe reconocerse el funcionamiento de la recolección de la basura y el suministro del gas doméstico a cargo de la Alcaldía de Maracaibo.
En cuanto al servicio de agua por tubería, el vecino destacó que aunque no es permanente ni están conformes, al menos Hidrolago está enviando el líquido de la vida cada 12 a 15 días.
Antes, afirmó, tardaba en llegar hasta más de un mes.
Las necesidades son varias, incluidos los espacios deportivos y la infraestructura del colegio a remozar, bautizado con el nombre del ilustre maestro “Eduardo Emiro Ferrer”, entregado por el presidente Raúl Leoni a la generación fundacional y a las que han seguido después que están dentro y fuera del país.
La aspiración de la gente de El Naranjal es que el llamado llegue a cualquier de los tres niveles de los gobiernos nacional, regional y municipal y dentro de tres meses este populoso sector celebre a lo grande el ¡Cumpleaños Feliz! y encamine su rumbo hacia centenario de su fundación.
“Casitas de paloma”
Era presidente de Venezuela, Raúl Leoni, período 1964-1969, se fundó El Naranjal, cuya entrega estuvo a cargo del propio mandatario nacional nacido en El Manteco, estado Bolívar.
Construidas por el desaparecido Banco Obrero, las otroras “casitas de paloma” de 73 metros de construcción, decía la gente en esa época, conformaron al paso de los años una importante zona residencial, cercana a 57 años de su fundación.
En un momento de su historia El Naranjal fue conocida como “la urbanización de los periodistas”, en razón que fueron parte de su fundación profesionales de la comunicación social, como los fallecidos Heberto Camacho, Nerio “Camarita” Flores, Alfonso Duque, Jesús Zárraga, Luis Hidalgo Colina y Alejo González.
Aún vive allí el exsecretario del CNP-Zulia, Vinicio Castro Pimentel, muy recordado por su constancia gremial y hermano de otros grandes del periodismo venezolano, Elbano, Heberto y Pedro Castro Pimentel. Además, otro fundador, Rubén Mena, periodista hoy residenciado en Chile.
Además, en El Naranjal creció y desarrolló su mejor talento la siempre recordada Gladys Vera Mora, “Sempiterna Reina de la Gaita”.
También la gente puede deleitarse saludando al ver en sus calles a Danelo Badell, “Cañón Viejo”, destacado gaitero que nos ha dado grandes satisfacciones a los amantes de este género musical.
Andinos, orientales, llaneros, caraqueños, larenses, otros nacidos en el exterior y gente venida del interior del Zulia fue la conformación de las familias que la poblaron en sus inicios, donde a su vecina La Trinidad se integraría El Naranjal, La California, San Jacinto, Monte Claro, Villa Delicias, La Pícola y otros conjuntos residenciales que han poblado el norte de la urbe marabina, ubicándose ya cerca de las orillas del Lago.
Con información de La Verdad