ExxonMobil espera que sus seis proyectos marinos en Guyana generen una producción de 1.300.000 barriles por día (bpd) en 2027, según Liam Mallon, gerente de exploración y producción de la empresa.
Esta última revisión de la expectativa de producción supone un aumento de 100.000 barriles diarios (bd) en comparación con las anteriores estimaciones de producción de más de 1.200.000 bpd.
El 12 de abril, Exxon anunció su decisión final de inversión (FID, por sus siglas en inglés) para su proyecto Whiptail en el bloque Stabroek, frente a las costas de Guyana.
Whiptail es el «sexto proyecto multimillonario de Exxon en Guyana», dijo Mallon en un comunicado de prensa, y se espera que la producción comience en 2027, según una nota de Hart Energy.
La revisión al alza de las estimaciones de producción fue revelada por Exxon como parte de los detalles en torno a su FID de 12.700 millones de dólares en Whiptail.
El proyecto tendrá una capacidad de producción bruta de 250.000 bpd. La FID se adoptó tras recibir las aprobaciones gubernamentales y reglamentarias.
Anteriormente, Exxon y Hess Corp. con sede en Nueva York, socios de Stabroek, dijeron que esperaban que la cifra de producción procediera de seis FPSO previstos para finales de 2027. El número de plataformas flotantes de producción necesarias para alcanzar la cifra no ha cambiado, sólo las estimaciones de producción.
Las dos empresas estadounidenses sostienen que los recursos descubiertos hasta la fecha en Stabroek -algo más de 11.000 millones de barriles- respaldarán el potencial de hasta 10 FPSO.
Exxon Mobil Guyana, filial de Exxon, explota los más de 26.700 kilómetros de Stabroek con una participación del 45% en nombre de sus socios Hess Guyana Exploration, con una participación del 30%, y la filial china CNOOC Petroleum Guyana, con 25%.
El socio del bloque, Hess, que Chevron pretende adquirir en una operación por valor de 53.000 millones de dólares, señaló que Whiptail se centrará en una base de recursos estimada en más de 850 millones de barriles de petróleo e incluirá hasta 10 centros de perforación y 48 pozos de producción e inyección.
La participación del 30% de Hess se encuentra en el centro de una disputa en la que ExxonMobil y CNOOC reclaman el derecho de preferencia para hacer una oferta, ya que Chevron pretende adquirir la parte de Hess en las costas de Guyana. La fecha de cierre de la fusión estaba prevista para finales de este año, pero podría retrasarse.
La producción de Whiptail fluirá hacia el FPSO Jaguar, que está en construcción. SBM Offshore anunció la confirmación de los contratos de construcción e instalación de esta plataforma flotante para dar servicio a la explotación de Whiptail.
El FPSO estará diseñado para producir 250.000 barriles diarios y procesar 540 millones de pies cúbicos de gas asociado, con una capacidad de inyección de 300.000 bpd de agua.
Esta plataforma estará amarrado a una profundidad de unos 5.350 pies y podrá almacenar unos 2.000.000 de barriles de crudo.
Alrededor de 6.200 guyaneses trabajan en las operaciones del Bloque Stabroek, es decir, cerca del 70% de la nómina total. Desde 2015, el gasto acumulado de ExxonMobil Guyana y sus contratistas con proveedores guyaneses superó los 1.500 millones de dólares a finales de 2023.
La producción de Strabroek se ha revisado al alza sistemáticamente.
Actualmente, los FPSO Liza Destiny, Liza Unity y Prosperity están produciendo más de 600.000 barriles diarios en Stabroek. Se espera que la plataforma Yellowtail comience a bombear en 2025 y Uaru en 2026. Estos dos FPSO están en construcción y tendrán una capacidad de producción bruta de 250.000 bpd.
Liza Fase 1, el primer desarrollo, comenzó a producir en diciembre de 2019 utilizando el FPSO Liza Destiny. En el cuarto trimestre de 2023, su capacidad de producción aumentó a 160.000 bd desde 150.000 barriles, según Hess.
Liza Fase 2, el segundo desarrollo, comenzó a producir en febrero de 2022 desde el FPSO Liza Unity. En el tercer trimestre de 2023, su capacidad de producción aumentó a 250.000 bd frente a 220.000 bd alcanzados en julio de 2022. En 2024 están previstos nuevos trabajos de optimización.
Payara, el tercer desarrollo, empezó a producir en noviembre de 2023 desde el FPSO Prosperity. El FPSO alcanzó una capacidad de producción inicial de 220.000 barriles por día en enero de 2024.
Yellowtail, el cuarto proyecto, fue autorizado en abril de 2022 y utilizará el FPSO One Guyana, cuya capacidad de producción inicial será de 250.000 barriles por día y su arranque está previsto para 2025.
El desarrollo utilizará seis centros de perforación, con hasta 26 pozos de producción y 25 pozos de inyección previstos.
Uaru, la quinta explotación, fue autorizada en abril de 2023. Utilizará el FPSO Errea Wittu, con una capacidad de producción inicial de 250.000 barriles diarios. La operación comenzará en 2026. Están previstos diez centros de perforación con hasta 21 yacimientos y 23 pozos de inyección.
Además, continúan los avances relativos a un proyecto de conversión de gas en energía muy necesario en Guyana.
Están en marcha las actividades para construir una red de gasoductos de 209 kilómetos y la infraestructura asociada que transportará 50 millones de pies cúbicos de gas natural desde el yacimiento de Liza hasta una central eléctrica terrestre de 300 megavatios.
Según Hess, el gobierno guyanés construirá y explotará la central. ExxonMobil Guyana Ltd. espera completar la construcción del gasoducto y la conexión del yacimiento a finales de 2024.
El gobierno de Venezuela ha denunciado como ilegales todas estas concesiones otorgadas por Guyana a ExxonMobil y sus socios, ya que la explotación se concreta en aguas bajo reclamación territorial, ya que Caracas reivindica la plena soberanía sobre el territorio Esequibo.
Guyana decidió acudir a la Corte Internacional de Justicia para resolver la controversia, pero Venezuela no reconoce la jurisdicción de este tribunal e insiste en mantener las negociaciones dentro delo pactado en el Acuerdo de Ginebra de 1966.
El gobierno de Georgetown señala que la reclamación de Venezuela dejaría al pequeño país caribeño sin 70% de su territorio, mientras que Caracas arguye el despojo histórico de sus derechos territoriales por parte de Inglaterra.
Todos estos avances en materia de producción petrolera en Guyana reavivan la controversia, sobre todo en un momento cuando Venezuela enfrenta una difícil recuperación de su propia extracción de crudo sometida a sanciones estadounidenses, las cuales podrían reactivarse en los próximos días.
Fuente: Banca y Negocios