Una delegación de Hamás regresó este sábado a Egipto para abordar la última propuesta de tregua con Israel en la Franja de Gaza, donde el ejército israelí amenaza con una operación terrestre en la ciudad de Rafah pese a las advertencias internacionales.
Un corresponsal de AFP reportó intensos combates entre las tropas israelíes y los combatientes palestinos en Ciudad de Gaza, en el norte del territorio. Fuentes hospitalarias informaron también de bombardeos israelíes en Rafah y en la ciudad vecina de Jan Yunis.
Tras casi siete meses de guerra, los mediadores de las negociaciones (Catar, Egipto y Estados Unidos) esperan la respuesta de Hamás a la última propuesta de tregua sometida a finales de abril.
Esta oferta incluye un cese de los combates por 40 días y un canje de rehenes israelíes retenidos en Gaza desde el 7 de octubre por palestinos presos en Israel.
«Lo único que se interpone entre el pueblo de Gaza y un alto el fuego es Hamás«, aseguró el viernes el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, quien días atrás calificó de «extraordinariamente generosa» la última oferta de Israel.
El movimiento islamista palestino, que gobierna Gaza desde 2007, informó el viernes que una delegación viajaría el sábado a El Cairo para «continuar las conversaciones» y destacó el «espíritu positivo» de sus dirigentes.
La delegación llegó a Egipto, anunció la televisión progubernamental egipcia Al Qahera News, cercana a los servicios de inteligencia. El grupo está encabezado por Khalil al Hayya, el número dos del brazo político del movimiento en la Franja, indicó un alto cargo de Hamás.
Según el portal Axios, el jefe de la CIA, William Burns, llegó a la capital egipcia el viernes. Una fuente cercana a las negociaciones declaró que también debía llegar el sábado un equipo técnico de Catar.
El grupo islamista, catalogado como «terrorista» por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea, está «determinado» en obtener «un cese total de la agresión«, «la retirada» de las fuerzas israelíes de Gaza y «un acuerdo serio para el intercambio» de rehenes por presos.
Israel se opone al alto el fuego definitivo que reclama Hamás e insiste en lanzar una ofensiva terrestre contra la ciudad de Rafah, en la punta sur de la Franja, al considerarla como el último bastión del movimiento islamista.
«Haremos lo que sea necesario para ganar y vencer a nuestro enemigo, también en Rafah«, reiteró esta semana el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Hosam Badran, un alto cargo político de Hamás, aseguró que estas declaraciones de Netanyahu buscan «frustrar los esfuerzos» para un acuerdo de paz.
Principal aliado de Israel, Estados Unidos se opone a una entrada a esta ciudad, especialmente si el Estado hebreo no presenta una estrategia para proteger a los civiles.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que dicha ofensiva podría desembocar en «un baño de sangre» y anunció un plan de contingencia para hacerle frente.
Alrededor de millón y medio de palestinos, en su mayoría desplazados por los combates, se hacinan en esta localidad.
Según el diario The Wall Street Journal, que cita a fuentes egipcias, Israel dará todavía una semana de margen a las negociaciones antes de lanzar la ofensiva que prepara desde hace semanas contra Rafah.
Una operación en Rafah también puede comprometer la ayuda humanitaria que entra en la Franja, en su mayoría por esta ciudad en la frontera con Egipto, pero insuficiente para las necesidades de los 2,4 millones de gazatíes.
Una ofensiva supondría «un duro golpe para las operaciones humanitarias en toda la Franja de Gaza«, advirtió la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Ante estas dificultades de acceso, algunos países han lanzado ayuda en paracaídas al territorio palestino y Estados Unidos construye un puerto artificial frente a su litoral para llevar suministros por vía marítima.
La guerra estalló el 7 de octubre tras la incursión de comandos de Hamás que mataron a 1.170 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250 en el sur de Israel, según un balance de la AFP basado en datos israelíes.
Las autoridades israelíes estiman que, tras un canje de rehenes por presos palestinos en noviembre, 129 personas permanecieron cautivas en Gaza y que desde entonces 35 murieron.
La ofensiva lanzada por Israel en respuesta al ataque ha dejado hasta el momento 34.654 muertos en Gaza, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud del gobierno de Hamás.
Fuente: Foco Informativo