La noche del martes 28 de mayo, un motín en la sede del PoliManeiro en Nueva Esparta terminó con la muerte de un recluso y múltiples heridos, según informaron las autoridades. Los hechos ocurrieron alrededor de las ocho y media, provocando una respuesta inmediata del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), quienes tomaron control del lugar.
Extraoficialmente, se identificó al fallecido como Emerson Rafael Salgado López, de 31 años. Salgado, quien llevaba aproximadamente un año y medio recluido, perdió la vida tras recibir impactos de bala durante el motín. Su muerte ha dejado a una niña de 12 años sin padre y a su hermano, también detenido en la misma instalación, conmovido por la tragedia.
Los heridos presentan diversas lesiones, entre ellas cortes y heridas de bala, lo que revela la gravedad del enfrentamiento. Según informes, la confrontación se desató cuando los funcionarios intentaban localizar un arma de fuego dentro de la prisión, lo cual provocó una pelea entre los internos.
PoliManeiro es conocido por su alta tasa de hacinamiento. La instalación cuenta con tres pequeños calabozos que albergan aproximadamente a 60 reclusos, en su mayoría hombres. Este ambiente congestionado contribuye a las tensiones y problemas internos que, como en esta ocasión, pueden escalar a situaciones violentas.
El periódico local Sol de Margarita ha reportado en varias ocasiones sobre las deficientes condiciones de estas instalaciones, subrayando la urgencia de medidas para mejorar la situación de los detenidos y evitar futuros incidentes.
Tras el motín, se desplegaron varios cuerpos de seguridad en el lugar para contener la violencia y restablecer el orden. Los heridos fueron rápidamente trasladados al Hospital Luis Ortega en Porlamar, donde uno de ellos permanece internado debido a la gravedad de sus heridas.
Los familiares de Salgado, profundamente afectados por su muerte, se encuentran realizando los trámites pertinentes en la sede del CICPC en Sabanamar, Porlamar. La pérdida de Salgado ha generado un fuerte impacto emocional entre sus seres queridos y ha puesto en evidencia las precarias condiciones de seguridad en el centro de detención.
Este trágico evento resalta la urgente necesidad de reformas en el sistema penitenciario de Nueva Esparta. El hacinamiento y las deficientes condiciones en las cárceles no solo comprometen la seguridad de los internos, sino que también dificultan el trabajo de los funcionarios encargados de mantener el orden.
La muerte de Emerson Salgado y las lesiones sufridas por otros reclusos son un recordatorio doloroso de las consecuencias de un sistema que requiere atención y mejoras inmediatas. Es imperativo que las autoridades implementen estrategias efectivas para reducir la sobrepoblación carcelaria y mejorar las condiciones de vida de los reclusos, garantizando así un entorno más seguro y humano para todos.
Mientras tanto, la comunidad de Nueva Esparta sigue atenta a las investigaciones y decisiones que puedan surgir a raíz de este violento motín, esperando que la justicia y las mejoras necesarias se implementen de manera expedita para prevenir futuras tragedias.
Con información de El Clarin.