Los vuelos de deportación de Estados Unidos a Venezuela se reanudaron en el mes de octubre de 2023 como una medida que buscaba disuadir a otros connacionales que mantienen la idea de realizar este viaje por la peligrosa selva del Darién y atravesar varios países para cruzar por la frontera sur de EEUU.
En 2021 se comenzó a observar un incremento de venezolanos en esta ruta con la idea de llegar a Estados Unidos en busca del llamado sueño americano, mejores oportunidades de vida y un futuro estable ante la crítica situación venezolana; ese año, cruzaron 2.819 personas por el Darién y ya para diciembre de 2023, un total de 57.869 migrantes venezolanos llegaron a la frontera sur de Estados Unidos desde México tras hacer la travesía por al menos siete países.
Tres meses después de iniciadas las deportaciones directas entre Estados Unidos y Venezuela, la decisión quedó sin efecto. Los vuelos fueron paralizados en enero de este año como decisión del Gobierno de Venezuela en respuesta a la reactivación de sanciones por parte de EEUU tras la decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de inhabilitar a la dirigente opositora María Corina Machado.
Especialistas en derechos humanos condenaron la decisión gubernamental por considerar que las autoridades venezolanas estaban utilizando a los migrantes como moneda de cambio. «Es bastante triste que quienes representan al país de origen muestren públicamente esa idea de usar a las personas como fichas de negociación», dijo la directora de la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericano (WOLA), Carolina Jiménez Sandoval, quien solicitó proteger y garantizar los DDHH de estas personas.
Pese a que estos vuelos están detenidos, las deportaciones de venezolanos que ingresen por vías ilegales a Estados Unidos se mantienen. Blas Núñez-Neto, Subsecretario Adjunto de Política Fronteriza y de Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional de los EEUU, le explica a TalCual que «aunque no hemos operado un vuelo a Venezuela hace varios meses, seguimos repatriando venezolanos (a México) que se encuentran en la frontera y no establecen una base legal para quedarse en los Estados Unidos. También sabemos que México está en el proceso de empezar repatriaciones a Venezuela».
Núñez-Neto también afirma que aún se mantienen las discusiones con las autoridades venezolanas para retomar los vuelos de repatriación directos entre ambos países, al igual que Estados Unidos hace con otros países de todo el mundo con individuos que ingresan a sus territorios y no tienen la legalidad para quedarse en ese territorio.
Aunque no hay un número exacto de cuántos venezolanos retornaron a su país con estos vuelos de repatriación, la cifra es de miles, de acuerdo con los datos de Estados Unidos y distintas organizaciones —todas internacionales— porque en Venezuela no existe especificación de estos datos.
Cifras obtenidas por The New York Times contabilizan en más de 1.300 los venezolanos deportados y la organización de defensa de los inmigrantes «Testigo en la Frontera» especifica que en total se dieron 15 vuelos entre EEUU y Venezuela para unos 1.800 deportados en cuatro meses.
En Venezuela, la información sobre estos connacionales deportados es más imprecisa, las autoridades solo informaron en tiempo real de los dos primeros vuelos provenientes de Estados Unidos: el primero con 127 personas y el segundo con 111, en su mayoría hombres, y después hubo silencio. Sin embargo, el 10 de enero de este año, el director del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime), Gustavo Vizcaino, informó que hasta esa fecha se habían dado 11 vuelos desde EEUU y que sumando todos los vuelos de deportados de 2023 desde México, Chile e Islandia eran 15 viajes y un total de 1.928 repatriados, pero sin detallar la cantidad por cada nación.
El Subsecretario Adjunto de Política Fronteriza y de Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional de los EEUU, Blas Núñez-Neto, no determinó la cantidad exacta de venezolanos deportados desde su país, pero enfatizó: «Hemos repatriado miles de individuos a México en los últimos meses» porque «no establecen una base legal para quedarse».
Las autoridades de Estados Unidos advierten a los venezolanos que las repatriaciones tienen consecuencias «bastante serias» y que les impiden ser elegibles para cualquier beneficio de migración de EEUU hasta por cinco años y conlleva «la potencial de tener una penalidad judicial si siguen intentando cruzar», enfatiza Núñez-Neto.
Con información de Tal Cual