Este sábado 1 de junio se cumple 7 años desde que el Ministerio de Salud de Venezuela paralizó el Sistema de Procura de Órganos y Tejidos (SPOT), lo que significó la suspensión de los trasplantes de órganos en el país.
En aquel entonces, la precariedad en los hospitales complicaba los trasplantes, incluso con donantes vivos, lo que resultó en una drástica disminución de estas intervenciones.
Aunque en la actualidad los trasplantes de donante vivo se realizan con mayor regularidad en el sistema público, especialmente desde la habilitación de la Clínica Popular El Paraíso en Caracas como una unidad de trasplante, esta sigue siendo una alternativa costosa, accesible solo para aquellos con recursos económicos significativos o seguros de salud capaces de cubrir los altos costos.
Según información proporcionada por la Organización Nacional de Trasplantes de Venezuela (ONTV), el costo de un trasplante en una clínica privada oscila entre 80 mil y 100 mil dólares.
Lucila Cárdenas de Velutini, directora de la ONTV, informó a El Diario que aproximadamente 7.000 personas están sometidas a diálisis debido a fallas renales en el país, y entre 500 y 700 de estas podrían ser niños, niñas y adolescentes.
“Se estima que, de esas más de 7 mil personas que se encuentran en diálisis en Venezuela, apenas 40 % de ellas estarían en condiciones médicas adecuadas para ser trasplantados”, indicó Cárdenas.
Este porcentaje se refiere a las personas que han estado en diálisis durante un período relativamente corto, ya que este tipo de tratamiento deteriora el organismo.
“Esto deja por fuera también a esta población de pacientes renales que tienen 5, 7 o quizás 10 años en diálisis, porque su salud ha ido empeorando”, agregó.
Los pacientes de varias unidades de diálisis en Venezuela han alzado su voz contra las lamentables condiciones en las que reciben sus tratamientos. Averías constantes en el equipamiento médico causan retrasos en los horarios de las sesiones de diálisis, lo que afecta su calidad de vida.
Medicamentos, como el tacrolimus y el micofenolato, son vitales para prevenir el rechazo del órgano trasplantado. Sin embargo, la entrega de estos fármacos por parte de las farmacias de alto costo del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) es irregular y la variedad de medicamentos disponibles es insuficiente.
“Es importante recalcar que una cosa va de la mano con la otra. Que tanto los trasplantes de vivo a vivo, como la reactivación del SPOT debe ir de la mano con la entrega oportuna de los medicamentos inmunosupresores que todas esas personas deben de tomar de por vida”, agregó.
Luego de 7 años de suspensión, la ONTV insiste en que la reactivación del SPOT debe ser de suma importancia para todos los sectores.
“Es un problema de todos los venezolanos, no solo de quienes necesitan un trasplante en este momento, porque nadie sabe cuándo puede pasar por esa situación. Todos debemos alzar la voz para que se retome el programa y más personas puedan acceder a un trasplante”.
Fuente: La Verdad