«En Edad Dorada, se respira mucho amor y paz. Aquí, somos felices; recibimos cariño, nos escuchan, atienden y nos hacen sentir en familia. Todos los días hacemos actividades diferentes y divertidas», expresó Neri Ramírez, de 72 años, mientras almorzaba con sus compañeros.
Los adultos mayores pertenecientes a este Centro de Atención Integral, ubicado en la parroquia Domitila Flores, aseguran que sus vidas han mejorado significativamente desde que la primera autoridad de San Francisco, Gustavo Fernández, reinauguró este espacio en abril de 2022, tras permanecer cerrado por dos años y medio.
«Recibimos esta casa de abrigo abandonada, pero gracias al apoyo de nuestro alcalde, logramos recuperarla en menos de cinco meses. Queremos que sus días estén llenos de sonrisas, sueños, esperanzas y amor. Mis queridos abuelos merecen disfrutar de lugares dignos como estos, donde puedan estar tranquilos, hacer amigos, divertirse y ejercitarse», afirmó la primera dama de San Francisco y presidente de la Fundación Dama del Sur (Damasur), Franciela Núñez.
De esta forma, Niobi González, de 73 años, manifestó: «Es una bendición pertenecer a Edad Dorada. Antes me quedaba sola en mi casa. En cambio, aquí me siento alegre, querida y tranquila. Contamos con atención médica; nos cuidan el cabello y nos preparan comidas muy ricas. Además, disfrutamos de actividades recreativas, deportivas y educativas».
En busca del bienestar de los adultos mayores
«Nos dedicamos a crear un ambiente donde cada abuelo se sienta valorado, escuchado y atendido. Contamos con servicios médicos, biblioteca, áreas de descanso y el suministro de una alimentación balanceada. Cada semana ofrecemos una programación distinta que incluye actividades deportivas, manualidades, juegos de mesa, bailoterapias, corte de cabello, cuidado de uñas, talleres de arte, música y jardinería», señaló la directora de Edad Dorada, Lenis Rivera.
Juan Luque, de 84 años, compartió: «Mi vida ha cambiado; antes me sentía solo, pero ahora tengo otra casa y una nueva familia con quienes puedo reír, aprender, cantar y bailar. Antonio Uzcátegui, de 76 años, agregó: «Felicito al alcalde por haber rescatado Edad Dorada. Al principio entré muy deprimido y estresado, pero gracias a Dios existe este refugio de amor en San Francisco donde todos somos felices».
Este Centro de Atención Integral al Adulto Mayor, Edad Dorada, atiende a 39 abuelos de lunes a viernes desde las 8:00 a.m. hasta las 3:00 p.m. «Ellos nos educaron y protegieron cuando éramos niños; ahora nos toca a nosotros velar por su bienestar y retribuirles todo aquello que nos regalaron», concluyó Franciela Núñez de Fernández.
Nota de prensa / DCN