La ONG Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) denunció, este jueves 15 de agosto, que las mujeres privadas de libertad en el marco de las protestas postelectorales en Venezuela están en condiciones precarias y “son constantemente sometidas a tratos inhumanos”.
Estas mujeres fueron detenidas durante las manifestaciones que empezaron el lunes 29 de julio, después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) diera por ganador de la elección presidencial a Nicolás Maduro.
El OVP dice, citando de fuentes extraoficiales, que al menos 70 de las mujeres apresadas durante estas protestas padecen de una “deplorable situación” en el Centro de Formación para Procesadas Femeninas “La Crisálida”, ubicado en Los Teques, estado Miranda.
La ONG Foro Penal, en el reporte del 9 de agosto sobre personas detenidas por represión política en Venezuela, informó que hasta esa fecha tenían confirmadas 160 mujeres privadas de libertad.
En el caso de las mujeres que fueron trasladadas a “La Crisálida”, el OVP explica que para ingresar al centro las mujeres son sometidas a requisas de “naturaleza invasiva”. Deben desnudarse y agacharse para que una custodia revise sus partes íntimas.
El OVP denuncia que las detenidas están “hacinadas, sin acceso a los servicios básicos, son víctimas de violencia de género”. También asegura que sufren tortura física y psicológica, además de negación de atención médica adecuada.
“Según la información recopilada, las mujeres estarían siendo recluidas en grupos de 10 personas en cada celda, y solo les dan un tobo o balde de agua para que todas puedan satisfacer sus necesidades básicas y de higiene”, asegura el observatorio, que subraya que las detenidas tampoco reciben una alimentación balanceada.
Durante el día, sostiene el OVP, las reclusas son maltratadas por la directora del centro penitenciario, quien, según la denuncia, les echa agua fría y las llama “terroristas”.
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