Los flujos de comercio e inversión entre México y Venezuela, hoy en medio de la incertidumbre política después de unas cuestionadas elecciones presidenciales este fin de semana, han mantenido una tendencia a la baja en la última década, hasta quedar actualmente marginales, de acuerdo con datos del Banco de México.
En 2023, las importaciones mexicanas de productos desde Venezuela fueron de 17 millones de dólares (-56% interanual), mientras que las exportaciones de bienes de México al mercado venezolano totalizaron 228 millones de dólares (-32% interanual).
Desde otra arista, la participación de Venezuela en las exportaciones de México fue de 0.04% y la participación del país sudamericano en las importaciones de México fue de un raquítico 0.003 por ciento.
En la última década, el valor total del comercio bilateral se contrajo 89% de 2,243 millones de dólares (con un superávit mexicano por 2,062 millones de dólares) a solo 245 millones el año pasado (con un superávit mexicano por 211 millones de dólares).
En general, el comercio internacional de mercancías de Venezuela con todo el mundo ha menguado en los últimos años, hasta los 7,500 millones de dólares de exportaciones y 11,300 millones de dólares de importaciones en 2023, según cálculos de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Entre los productos mexicanos exportados a Venezuela están maíz; agentes de superficie orgánicos (excepto el jabón) y preparaciones para lavar; medicamentos; mezclas de sustancias odoríferas y mezclas; y aceites de petróleo, excepto crudo. Venezuela exporta al mundo productos como petróleo, camarones, urea y aluminio, algunos de los cuales embarcó en el pasado a México.
También los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) entre México y Venezuela se mantienen prácticamente nulos, con inversiones acumuladas de empresas venezolanas en México por 190 millones de dólares y con desinversiones por parte de empresas mexicanas en Venezuela.
En 2014, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México calculó que las empresas mexicanas tenían inversiones productivas por 1,285 millones de dólares en ese país sudamericano.