Necesitamos, durante un lapso de cinco años, 1.500 millones de dólares anualmente, para llevar la agricultura a 2 millones y medio de hectáreas de producción, lo que llevaría a alcanzar, aproximadamente, el 90% de la soberanía alimentaria.
Esa es la estimación que ha hecho Fedeagro, cuyo presidente, Celso Fantinel, en la ocasión de estar presente en el Congreso anual de Conindustria, declara a El Impulso que con las últimas cosechas de maíz blanco y amarillo, café y arroz de invierno, que se van a obtener ahora, el nivel de la producción agrícola llegará al 56%.
Todavía, indica, dependemos de un 44% de importación. Esto se refleja en los puertos.
Fantinel dice además que se han gastado más de 2 mil millones de dólares en materias primas, que se pueden producir en Venezuela.
Cuando se le preguntó el motivo de ese enorme gasto. Replicó que las políticas públicas dirigidas al sector todavía no son claras y el apoyo que se necesita de por lo menos alcanzar un mil 500 millones de dólares al año no ha sido posible.
El apoyo de la banca es de apenas 350 a 400 millones de dólares y por eso estamos cuatro veces menos de lo que se necesita. El financiamiento es muy costoso y los productores no pueden pagar tasas de 20-25 por ciento. Si la cartera agropecuaria es del 6% es la única manera que despeguen la ganadería y la agricultura.
Advierte que con la importación de productos agrícolas se está ayudando a los agricultores de otros países, pero si se va rebajando esa brecha, en cinco años podría lograrse el 90 por ciento de la producción y sólo se importará trigo.
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