Los productores de petróleo de Canadá y México están bajo la presión de tener que reducir precios y redirigir envíos hacia Asia, en caso de que el presidente electo de EE. UU., Donald Trump, aplique un arancel del 25% a las importaciones de crudo de estos países, según informaron operadores y analistas a medios especializados.
Fuentes cercanas al plan de Trump confirmaron a Reuters que el petróleo no estará exento de los posibles aumentos en las tarifas, a pesar de las advertencias de la industria petrolera estadounidense sobre los efectos negativos que esto podría tener para los consumidores, la industria y la seguridad nacional.
Datos de seguimiento de buques de Kpler indican que Estados Unidos representa el 61% de las exportaciones de crudo de Canadá y un 56% de las de México. Durante este año, las exportaciones de crudo canadiense han aumentado un 65%, alcanzando aproximadamente 530 mil barriles diarios, impulsadas en parte por la expansión del oleoducto Trans-Mountain, que favoreció los envíos tanto a EE. UU. como a Asia.
Daan Struyven, co-jefe de investigación global de materias primas en Goldman Sachs, destacó a la prensa que los productores canadienses podrían enfrentar descuentos más profundos y pérdidas de ingresos si no logran redirigir sus volúmenes a otros mercados ante estas restricciones.
Además, mencionó que Canadá y México exportan en su mayoría crudo pesado, que es esencial para las complejas refinerías de Estados Unidos y de gran parte de Asia. Un operador en Singapur advirtió que las refinerías estadounidenses están limitadas en su capacidad de importación de crudo pesado.
Con información de Reuters.
DCN/Agencias