El gobierno de Bolivia ha dado luz verde a la importación y venta de combustibles por parte del sector privado, ante la escasez que ha impactedo principalmente a transportistas y agroindustriales. Esta medida, establecida en un decreto que entró en vigencia el 14 de noviembre, responde a la necesidad de enfrentar la crisis de suministro.
Desde el año 2006, Bolivia ha estado adquiriendo gasolina y diésel en el exterior y distribuyéndolos a precios subsidiados. Sin embargo, debido a la falta de divisas, la administración de Luis Arce se ha visto en la obligación de suspender dicha política, de acuerdo con un informe publicado por la agencia AFP.
El Ministerio de Hidrocarburos anunció que tanto personas naturales como empresas podrán importar diésel y gasolina para el consumo interno, destacando que esta decisión fue tomada en conjunto con el pueblo. A pesar de abrir el mercado a la iniciativa privada, la estatal YPFB seguirá operando y ofreciendo combustibles a precios subsidiados.
El decreto señala que el gobierno publicará una reglamentación en un plazo de cinco días, en la que se determinarán aspectos como la franja de precios a aplicar. Actualmente, Bolivia adquiere gasolina a un precio promedio de 0,86 dólares por litro de países vecinos, mientras que la venta interna se realiza a un precio subsidiado de 0,53 dólares.
Con información de AFP.
DCN/Agencias