Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) revela que, a pesar de los progresos, 172 millones de personas en América Latina y el Caribe aún carecen de ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas. De este total, 66 millones no pueden acceder a una canasta básica de alimentos. La pobreza afecta al 27,3% de la población de la región, lo que representa una reducción de 1,5 puntos porcentuales en comparación con 2022 y más de 5 puntos respecto a 2020, año en que se reportaron las peores cifras durante la pandemia de COVID-19.
Este registro es el más bajo desde que se inició el monitoreo, según lo destaca la Cepal en un comunicado. La pobreza extrema se situó en un 10,6% de la población, cifra que es menor en 0,5 puntos porcentuales al 2022, aunque superior a las estadísticas de 2014.
De los 172 millones que viven en pobreza, los datos muestran que las mujeres enfrentan la situación más adversa en comparación con los hombres en edad laboral. Asimismo, el porcentaje de niños, niñas y adolescentes en pobreza es significativamente más elevado que en otros grupos etarios. Las zonas rurales presentan una tasa de pobreza del 39,1%, en contraste con el 24,6% en áreas urbanas.
La disminución de la pobreza en la región se debe en gran parte a las condiciones en Brasil, donde reside un tercio de la población latinoamericana. Las transferencias no contributivas en este país fueron clave; de no ser por su impacto, la tasa de pobreza en la región habría sido del 28,4% en 2023, y la pobreza extrema habría permanecido inalterada en 11,1%.
DCN/Agencias