Cientos de devotos de diversas regiones del país se congregaron la noche del domingo 17 de noviembre para celebrar las típicas «mañanitas» en honor a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, en la herencia de su primera aparición hace 315 años.
A pesar de la lluvia, los asistentes se unieron en la plazoleta de San Juan de Dios, preparados para recibir a su patrona, quien fue acompañada por cantos y oraciones. Las mañanitas fueron cantadas junto a un pastel de tres niveles, decorado con las emblemáticas casas del Saladillo y una réplica de la santa imagen en la parte superior.
La eucaristía fue presidida por Monseñor José Luis Azuaje, arzobispo de Maracaibo, y el padre Nedward Andrade, entre otros sacerdotes. Durante el servicio, Azuaje invocó bendiciones a la comunidad.
Las festividades en honor a la «Reina Morena» comenzaron el 26 de octubre, mediante una misa oficiada por el obispo de Maturín, Monseñor Enrique Pérez, y continuaron con diversas actividades religiosas y culturales, incluida una procesión lacustre.
El 18 de noviembre, las celebraciones continuaron con el canto de «Las Mañanitas», seguidas de misas en la Basílica y actos de agradecimiento por parte de los feligreses. Se programó un partido de béisbol entre Águilas del Zulia y Tiburones de La Guaira, además de una solemne eucaristía por la tarde y presentaciones musicales de agrupaciones gaiteras.
Las festividades culminarán el 30 de noviembre con la Aurora, donde se iniciará con una misa a las 11 de la noche, seguida de una procesión que recorrerá hasta la Basílica al amanecer. La historia de la Virgen de Chiquinquirá se remonta al siglo XVIII, cuando, según la tradición, fue hallada una imagen en el Lago de Maracaibo, dando inicio a su veneración en la región.
DCN/Agencias