El Ministerio de Hacienda de Brasil ajustó el lunes sus proyecciones de inflación para el año en curso, previendo un aumento del 4,4%, un incremento respecto al 4,25% estimado en septiembre. Esto se sitúa cerca del límite superior del rango objetivo establecido, que busca una inflación del 3% con un margen de 1,5 puntos porcentuales.
La Secretaría de Política Económica del Ministerio explicó que el aumento en la previsión de inflación para 2024 se debe principalmente a los precios de productos con alta volatilidad, que son influenciados por las variaciones en el tipo de cambio y las condiciones climáticas. Por otro lado, los economistas que son consultados semanalmente por el Banco Central pronostican que la inflación alcanzará el 4,64% durante este año.
En una rueda de prensa, el secretario de Política Económica, Guilherme Mello, señaló que la discrepancia entre las proyecciones es “muy pequeña” y citó la expectativa del Gobierno de una reducción en las tarifas eléctricas para diciembre como un factor significativo. Además, el ministerio también revisó su estimación de inflación para el próximo año, llevándola al 3,6% en lugar del 3,4%, influenciada por la reciente depreciación del real brasileño.
Hasta la fecha, el real ha perdido alrededor de un 16% de su valor frente al dólar, en medio de incertidumbres fiscales y un contexto global complicado, además de tener en cuenta las políticas fiscales que se anticipan con la llegada del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, que podrían impactar la inflación en Brasil.
DCN/Agencias