El huracán Rafael se dirige hacia Cuba este miércoles 6 de noviembre, presentando una intensidad de categoría 2 y se prevé que podría alcanzar la categoría 3 antes de llegar a las provincias de Pinar del Río y Artemisa, en el occidente de la isla. Con vientos de hasta 160 km/h, Rafael amenaza con agravar la ya crítica situación que enfrenta el país tras los daños causados por el huracán Oscar, que provocó apagones generalizados y dejó un saldo de ocho fallecidos hace dos semanas.
El Centro Nacional de Huracanes de EE. UU. (NHC) ha alertado que Rafael podría tocar tierra como un «huracán mayor.» Según el último reporte, el ciclón se encuentra a 260 kilómetros al sureste de La Habana y se espera que impacte después del mediodía. Las autoridades cubanas han activado el Consejo de Defensa Nacional, bajo la dirección del presidente Miguel Díaz-Canel, para coordinar las acciones de emergencia enfocadas en áreas críticas como alimentos, salud, energía y transporte.
Hasta el momento, más de 70,000 personas han sido evacuadas, principalmente de Guantánamo, donde las lluvias de Oscar continúan afectando. En La Habana, equipos municipales están trabajando en la limpieza de drenajes y en la recolección de escombros para prevenir inundaciones. Las operaciones aéreas han sido suspendidas en el occidente del país, afectando los vuelos en los aeropuertos de La Habana y Varadero, y se han interrumpido las clases y el transporte público en varias provincias para resguardar a la población.
La infraestructura energética de Cuba es especialmente vulnerable, dado que el país aún enfrenta problemas de suministro tras el apagón masivo de octubre. Lázaro Guerra, director de Electricidad del Ministerio de Energía y Minas, señaló que la disponibilidad de energía dependerá del impacto del huracán en la infraestructura eléctrica, que ya presenta un déficit significativo.
DCN/Agencias