El año 2024 se cierra con varios conflictos abiertos que se prolongarán en 2025, incluyendo situaciones políticas en países como Georgia y Pakistán, así como guerras en Oriente Próximo, Sudán, el Sahel, y el conflicto en Colombia.
En Oriente Próximo, los ataques de Hamás a Israel en octubre de 2023 llevaron a una fuerte respuesta militar israelí, que ha afectado a Hamás y Hezbolá, y ahora se enfoca en los hutíes en Yemen. Se espera que en 2025 Israel busque resolver la situación en Gaza, ya sea mediante un acuerdo político o con una ocupación militar. Las autoridades israelíes identifican a Irán como el principal motor detrás de estos grupos.
En Ucrania, la guerra continúa su tercer año con combates intensificados entre las fuerzas rusas y ucranianas, especialmente en el este del país y en la región de Kursk. Las esperadas treguas navideñas no se materializaron.
El Sahel también enfrenta una escalada de violencia, donde la influencia de Francia ha disminuido en favor de Rusia, mientras grupos afiliados al Estado Islámico y Al Qaeda han aumentado sus ataques, generando cientos de muertos en Burkina Faso, Malí y Níger. Estos gobiernos han respondido con represión contra las poblaciones civiles.
En Sudán, la guerra civil que comenzó en abril de 2023 ha dejado más de 5.000 muertos y 1,1 millones de refugiados, interrumpiendo el proceso de transición política que comenzó con la caída de Omar al Bashir en 2019.
Georgia sufre tensiones políticas, marcado por un gobierno pro-Kremlin que ha obstaculizado su camino hacia la Unión Europea. Estas decisiones han provocado protestas masivas en Tiflis y otras ciudades, con violaciones a los derechos civiles. La presidenta Salomé Zurabishvili ha expresado su apoyo a las protestas, aunque el gobierno se aferra a los resultados de las recientes elecciones.
En Pakistán, las elecciones de 2024 estuvieron marcadas por acusaciones de fraude. La Liga Musulmana de Pakistán-Nawaz ha ascendido al gobierno, mientras el ex primer ministro Imran Jan intenta movilizar a sus seguidores desde prisión en medio de un clima de inseguridad y separatismo en Baluchistán.
Finalmente, en Sudamérica, Colombia y Ecuador enfrentan desafíos de seguridad. En Colombia, el plan de paz total del presidente Gustavo Petro sigue en negociaciones con grupos armados. Ecuador, por su parte, atraviesa una grave crisis de seguridad que llevó al gobierno a declarar un estado de emergencia, mientras el descontento ciudadano crece de cara a las elecciones presidenciales de enero.
DCN/Agencias