Este martes 3 de diciembre, en el marco de la Asamblea de Estados Partes del Estatuto de Roma, que se realiza en La Haya, Argentina denunció el asedio a su embajada en Caracas, atribuyéndolo al Gobierno de Nicolás Maduro. El embajador argentino, Mario Javier Oyarzábal, pidió a la Corte Penal Internacional (CPI) que actúe con «determinación» frente a los crímenes de lesa humanidad en Venezuela.
Oyarzábal subrayó la urgencia de la situación en el país, manifestando su descontento por la falta de progreso en las investigaciones de la Fiscalía. Además, explicó que la misión diplomática ha sido blanco de ataques por parte de fuerzas policiales y grupos armados no identificados, en represalia por ofrecer asilo a personas en riesgo por motivos políticos, según información de El Pitazo.
El embajador recordó que Brasil ha tomado la responsabilidad de proteger la sede y a los asilados, pero insistió en que es «imperativo» garantizar la inviolabilidad de las misiones diplomáticas y proporcionar salvoconductos para la salida segura de los refugiados.
Oyarzábal también señaló que, luego de las elecciones del 28 de julio, la situación en Venezuela ha empeorado de manera alarmante, argumentando que el país no puede ser considerado un Estado de Derecho. Denunció las detenciones arbitrarias, el trato inhumano y las violaciones graves a los derechos fundamentales, pidiendo investigaciones exhaustivas que cumplan con las expectativas de justicia internacional.
Finalmente, el embajador instó a la CPI a actuar firmemente para que los responsables de estos crímenes enfrenten la justicia, advirtiendo que la impunidad solo perpetúa el sufrimiento de las víctimas.
DCN/Agencias