En una entrevista reciente, el presidente electo Donald Trump planteó la posibilidad de deportar a ciudadanos estadounidenses que tienen familiares indocumentados. También mencionó que implementará medidas para terminar con la ciudadanía por nacimiento, lo que afectaría a aquellos nacidos en el país de padres sin estatus migratorio.
Trump indicó que está dispuesto a colaborar con los demócratas para gestionar la situación de los dreamers, inmigrantes indocumentados que llegaron a EE. UU. siendo niños, permitiendo que puedan quedarse en el país.
Sus declaraciones sobre su plan de deportación, una promesa central de su campaña, han sido más detalladas desde su victoria en noviembre. Informó que el programa comenzará con la deportación de inmigrantes indocumentados que hayan cometido delitos, para luego continuar con “personas que no sean criminales”, aunque no especificó qué tipos de delitos serían considerados.
Durante la entrevista con Kristen Welker de “Meet the Press”, Trump dijo: “Tenemos que sacar a los criminales de nuestro país”. Luego agregó que el proceso iniciará con estos criminales y, posteriormente, se abordarán otros casos.
Welker le cuestionó sobre el destino de las familias con estatus migratorio mixto, donde algunos miembros pueden estar en situación irregular mientras que otros tienen un estatus legal. Trump respondió: “No quiero separar a las familias… así que la única forma de no separarlas es mantenerlos juntos y enviarlos de regreso a todos”.
El número de inmigrantes no autorizados que cruzan a EE. UU. aumentó durante la presidencia de Joe Biden, aunque ha disminuido tras las recientes acciones ejecutivas.
DCN/Agencias