El Banco Central de Brasil informó el martes que el reciente paquete fiscal del Gobierno, diseñado para contener el gasto, tuvo una recepción negativa en los mercados, lo que impactó las expectativas de inflación, las cuales deben ser manejadas.
La semana pasada, las autoridades monetarias decidieron aumentar el ritmo de su política monetaria, incrementando la tasa de interés de referencia en 100 puntos básicos, llevándola al 12,25%. También se anticipan aumentos similares en las dos próximas reuniones. En las minutas de la reunión del 10 y 11 de diciembre, se destacó que «el desanclamiento de las expectativas de inflación es un factor de preocupación que debe ser atendido».
Además, el banco central incrementó la tasa neutral de sus modelos, pasándola del 4,75% al 5,0%, lo que sugiere que el nuevo tipo de interés es aquel en el que la política monetaria no estimula ni restringe la economía.
Pese a que el banco había mantenido una postura cautelosa sin ofrecer perspectivas futuras, ahora ha habido un cambio. Las autoridades mencionaron que la gravedad del deterioro inflacionario requería acciones más decididas para reafirmar su compromiso de mantener la inflación en el objetivo del 3%.
Se señaló que varios riesgos se habían materializado, lo que ha hecho que el contexto sea más adverso, pero a la vez menos incierto, permitiendo así a los responsables de la política monetaria tener una mejor claridad para orientar futuras decisiones. Según el Banco Central, tanto factores a corto plazo, como el tipo de cambio y la inflación actual, como variables a medio plazo, han empeorado considerablemente.
Con información de Reuters.
DCN/Agencias