Este miércoles, el Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) realizó un ataque considerado de «autodefensa» en contra de varios sistemas de armamento que, según se informó, pertenecen a milicias proiraníes cerca de su base militar en la región del Éufrates, al este de Siria. Según el portavoz del Pentágono, el general Patrick Ryder, estas armas representaban una amenaza clara y inminente.
El ataque tuvo éxito, destruyendo varios sistemas de armas en las proximidades de la base militar. Entre los equipos destruidos se incluyen tres lanzacohetes múltiples montados en vehículos, un tanque T-64 y varios morteros, que, según las autoridades, eran una amenaza para las fuerzas estadounidenses y sus aliados.
Ryder también aclaró que esta acción militar no guarda relación con los recientes enfrentamientos en el noroeste de Siria entre el régimen y los grupos rebeldes. El ataque de Estados Unidos surge como respuesta a los lanzacohetes móviles que habían sido utilizados contra la base militar y que habían disparado morteros dirigidos hacia las fuerzas estadounidenses.
Aunado a esto, el portavoz indicó que aún están en proceso de identificar quiénes están operando estos sistemas de armas, aunque se tienen indicios de que grupos de milicianos respaldados por Irán han llevado a cabo ataques en el área del Sitio de Apoyo Militar Éufrates anteriormente.
DCN/Agencias