La controvertida figura del rap estadounidense, Sean Combs, mejor conocido como P. Diddy, se encuentra en el ojo del huracán tras una reciente denuncia por agresión sexual que asciende a la exorbitante suma de 15 millones de dólares. La mujer que ha hecho la acusación es LaTroya Grayson, quien relata que fue víctima de una agresión en 2006 durante una de las glamorosas «fiestas negras» que el rapero organiza.
Según los documentos judiciales que fueron revelados por Fox News, Grayson, en ese momento con tan solo 23 años, asistió a la fiesta, pero lo que ocurrió a continuación es un verdadero misterio para ella. La joven afirma que solo recuerda haber tomado un par de tragos y, de repente, se despertó en un hospital, sin ninguna noción de lo que había sucedido.
LaTroya describe su desconcierto al despertar: estaba en una situación alarmante, con la camisa desgarrada, sin ropa interior y descalza. Lo más preocupante es que, según su testimonio, le habían robado el dinero que había llevado para su viaje, dejándola en una situación vulnerable.
Una vez que regresó a su hogar, Grayson recibió una inquietante llamada de una mujer anónima, quien supuestamente la amenazó, sugiriendo que cualquier intento de perseguir el tema del ataque sería inútil, ya que el implicado, al ser una «celebridad», tenía todo el poder y la influencia de su lado.
Este caso se suma a una serie de acusaciones recientes contra P. Diddy, quien ha rechazado rotundamente estas alegaciones, calificándolas de «repugnantes». Su abogada, Erica Wolff, ha defendido la inocencia de su cliente, afirmando que nunca ha agredido sexualmente a nadie, ya sea hombre o mujer, y que esas acusaciones son infundadas.
El escándalo sigue creciendo bajo la mirada atenta de medios y fanáticos por igual, dejando a muchos preguntándose qué rumbo tomará esta controversia que envuelve a una de las figuras más icónicas del mundo del rap. Sin duda, el espectáculo no se detiene aquí.
DCN/Agencias