La catedral de Notre Dame reabrirá el sábado 7 de diciembre para un acto ceremonial que será presidido por el arzobispo de París, Laurent Ulrich, marcando cinco años desde el devastador incendio que afectó este icónico edificio. Aunque no asistirá el Papa Francisco, se espera la llegada de alrededor de 50 líderes internacionales, incluido el presidente electo de EE. UU., Donald Trump, y la primera dama, Jill Biden, así como otros presidentes de Europa, África y América Latina, entre ellos el ucraniano Volodimir Zelenski.
La ceremonia contará con discursos de Emmanuel Macron y Ulrich, ante un público que incluye altas autoridades y funcionarios franceses, en un contexto político tenso en Francia. Un día después, el 8 de diciembre, la catedral abrirá sus puertas al público por un periodo especial de ocho días, permitiendo el acceso a miles de visitantes hasta las 10:00 p.m. (hora local), antes de que regrese a la normalidad el 16 de diciembre, aunque aún no hay confirmación sobre la gratuidad de la entrada para turistas.
La seguridad para el evento será reforzada con un despliegue de aproximadamente 6.000 policías en París, siguiendo un operativo similar al de la inauguración de los Juegos Olímpicos. Se implementarán medidas de seguridad adicionales, con la participación de militares para garantizar la protección de la zona.
La catedral, construida hace más de 800 años, es uno de los sitios más visitados de Europa, recibiendo cerca de 13 millones de turistas anualmente. A lo largo de cinco años y siete meses de trabajos de reconstrucción, la restauración de Notre Dame ha involucrado a miles de trabajadores y se ha financiado en gran parte con donaciones que superan los 850 millones de euros. Macron ya destacó la calidad de las obras realizadas y reafirmó su compromiso de hacer que la catedral sea aún más hermosa.
DCN/Agencias