El candidato presidencial Edmundo González Urrutia volvió de su visita al Parlamento Europeo, realizada una semana antes de las festividades navideñas, con el premio Sájarov a la Libertad de Conciencia. A pesar de recibir apoyo y buenas palabras, no logró asegurar el reconocimiento formal como presidente electo por parte de la Unión Europea antes del 10 de enero, fecha de la ceremonia de traspaso de mando.
Aunque las actas de la oposición indican una significativa victoria para González Urrutia, el reconocimiento oficial ha sido escaso. Esto es especialmente notorio tras el reconocimiento en 2019 de Juan Guaidó como presidente “encargado”, que generó dificultades en el apoyo internacional hacia la nueva candidatura. Recientemente, el expresidente español Felipe González instó a que España reconozca a González Urrutia como presidente electo.
Hasta ahora, solo Italia, tras el reconocimiento de EE. UU., se ha pronunciado públicamente a favor de González. Aún así, esto no ha conducido a la apertura de una diplomacia oficial entre estos países y el líder opositor.
España ha concedido a González Urrutia el estatus de asilado político para facilitar sus viajes, ante el temor de que el gobierno de Maduro pudiera limitar su movilidad. Las autoridades españolas han reafirmado su posición de apoyo, aunque no han accedido a las demandas del candidato. La presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, hizo referencia a él como “presidente electo”, pero el apoyo no se tradujo en compromisos concretos.
Durante la cumbre reciente de la UE, el reconocimiento de González Urrutia no figuró entre las prioridades discutidas, debido a que otros conflictos internacionales acaparan la atención de la comunidad internacional. Sin embargo, los líderes europeos han expresado su apoyo a la democracia y un proceso pacífico de transición en Venezuela.
DCN/Agencias