Durante una rueda de prensa en Ginebra, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, reportó que más de 5.000 personas han muerto en Haití a causa de la violencia de pandillas en el año 2024. Esta declaración se produce tras un ataque reciente en el que 184 personas fueron asesinadas por una pandilla, lo que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, calificó como «aterrador». Guterres instó a las autoridades haitianas a llevar ante la justicia a los responsables de estos actos.
El gobierno de Haití anunció el 9 de diciembre que tomaría acciones para capturar a los pandilleros involucrados en la masacre ocurrida en un barrio de Puerto Príncipe. Este evento de violencia está relacionado con un conflicto de venganza iniciado por Micanor Altes, apodado «Wa Mikanò», líder de la banda Wharf Jeremie. Según se informa, un sacerdote vudú convenció a Altes de que ancianos de la comunidad habían lanzado un hechizo fatal sobre su hijo, lo que motivó su orden de asesinato.
De acuerdo con informes de la ONU, más del 80% de la capital haitiana está bajo el control de pandillas. La respuesta del gobierno ha sido limitada, lo que ha llevado al desplazamiento de más de 700.000 personas, quienes buscan refugio en medio de la crisis. A pesar de que Haití cuenta con un consejo de transición establecido después de que las pandillas forzaran la dimisión del presidente Ariel Henry en 2021, la administración actual ha perdido credibilidad tras acusaciones de corrupción.
Haití enfrenta una de sus crisis más severas en décadas, con las pandillas dominando el 80% de Puerto Príncipe y controlando importantes áreas comerciales, mientras las autoridades luchan por controlar la situación.
DCN/Agencias