La Cámara Baja de Brasil aprobó recientemente la primera fase del plan del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que busca recortar 70 mil millones de reales (aproximadamente 11 mil 500 millones de dólares) en gastos públicos. Esta aprobación se produjo en la noche del martes y contempla modificaciones que reducen algunos esfuerzos para abordar las inquietudes de los inversionistas sobre las finanzas públicas del país.
Con una votación de 318 a 149, los legisladores aprobaron una propuesta que impide la ampliación de beneficios fiscales en caso de que las finanzas deterioren, limita el aumento del gasto para funcionarios y permite al gobierno bloquear el uso de fondos públicos que fueron asignados por los legisladores a proyectos locales. Sin embargo, en un cambio relevante, los diputados eliminaron del texto original la capacidad del gobierno para restringir el uso de créditos fiscales por parte de las empresas, aun si las condiciones financieras del país empeoran.
El líder del gobierno en la Cámara Baja, José Guimaraes, aseguró que la versión adoptada no alterará el impacto fiscal de la propuesta inicial. Se anticipa que el Ministerio de Hacienda de Brasil emita su pronunciamiento sobre estos cambios este miércoles.
La decisión se da en medio de presiones por parte de los inversionistas, quienes ven con preocupación el incremento en los desembolsos para mejorar la calidad de vida de las poblaciones vulnerables. Por otro lado, el valor del real se ha debilitado en los últimos días, mientras crecen las inquietudes sobre la salud de Lula, quien fue hospitalizado la semana pasada por una hemorragia cerebral.
Este proyecto es solo una de las cuatro propuestas que deben considerar los legisladores, entre ellas una legislación para modificar el sistema de pensiones militares, cuya votación está prevista para 2025.
DCN/Agencias