El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fue sometido a una segunda operación quirúrgica el 12 de diciembre para prevenir nuevas hemorragias en la parte posterior de la cabeza, tras un accidente doméstico ocurrido hace semanas.
Los médicos, que habían descrito el procedimiento como «relativamente sencillo», informaron después de la cirugía que Lula se encuentra «superestable» y que se espera su alta hospitalaria para la próxima semana. Su médico personal, Roberto Kalil Filho, indicó que el presidente está despierto en la unidad de cuidados intensivos, ha comenzado a alimentarse y su situación se mantiene estable. Según Kalil Filho, el alta podría ser a principios de la semana siguiente, dependiendo de su evolución.
La operación, realizada por la mañana, fue mínimamente invasiva y forma parte del tratamiento derivado del accidente en octubre, cuando Lula se resbaló en su bañera en la residencia oficial. Antes de la intervención, Lula estuvo «lúcido» y «conversando» y pasó el día anterior «sin complicaciones» en la UCI.
Mientras Lula permanece hospitalizado, el vicepresidente Geraldo Alckmin tomará a cargo los compromisos de la agenda presidencial, aunque no asumirá funciones interinas.
Con información de Europa Press.
DCN/Agencias