Recientemente, han surgido varias contradicciones en el caso del rapero estadounidense Sean Combs, conocido como P. Diddy, y la acusación de abuso sexual realizada por un hombre identificado como John Doe.
Doe, quien anteriormente había denunciado al artista por presuntamente drogarlo y agredirlo sexualmente durante una “fiesta blanca” en su mansión de East Hampton en 2007, brindó más detalles sobre su traumática experiencia. Según su demanda presentada el 14 de octubre, Doe trabajaba como seguridad en el evento y afirma que Combs le ofreció un par de tragos mezclados con drogas como éxtasis o GHB, un fármaco vinculado a incidentes de abuso sexual.
El demandante relató que, tras ingerir la segunda bebida, comenzó a sentirse “extremadamente enfermo”. Fue en ese momento que, según su testimonio, Combs lo llevó a un vehículo vacío y lo sometió sexualmente, a pesar de sus súplicas por ayuda. En una reciente entrevista con CNN, Doe reveló que ha cargado con el secreto de este abominable hecho desde 2007, sin atreverme siquiera a comentárselo a su esposa de esa época, a causa de la vergüenza que siente.
“Recuerdo claramente lo que sucedió. Afecta cada aspecto de tu vida”, mencionó emocionado. También describió un estado de vulnerabilidad extrema tras haber consumido las bebidas adulteradas, sintiendo que nunca había estado tan incapacitado.
Posteriormente, Doe comunicó el evento a su supervisor, pero en lugar de recibir apoyo, fue aislado y excluido de futuras contrataciones. Sin embargo, surgieron diversas inconsistencias entre su reciente relato en CNN y la denuncia original, donde se menciona que el incidente ocurrió en 2006 y que Doe no estaba casado en ese entonces.
En respuesta a estas discrepancias, los abogados del demandante presentaron una versión corregida de la denuncia, alegando que los errores habían sucedido debido a la urgencia por formalizar el caso. Esta serie de acusaciones contra P. Diddy incluye también un litigio donde se le señala por agredir sexualmente a otro hombre durante una fiesta en 2022.
El rapero de 55 años fue arrestado en septiembre y enfrenta serias acusaciones de tráfico sexual y formación de una organización delictiva que coacciona a personas a participar en actos sexuales. P. Diddy ha negado todas las imputaciones y, de ser hallado culpable, podría enfrentar una cadena perpetua.
DCN/Agencias