Las autoridades venezolanas manifestaron este lunes su apoyo a una «resolución pacífica» en Siria, sin intervenciones externas ni actos de violencia, tras el colapso del gobierno de Bachar al Asad, aliado del presidente Nicolás Maduro, y el ascenso de fuerzas islamistas y rebeldes en la nación árabe.
En un comunicado, el Ejecutivo venezolano indicó que está siguiendo de cerca los acontecimientos en Siria y espera que la población local logre encontrar una salida pacífica a sus diferencias, sin el uso de la violencia ni la injerencia de otros países.
El gobierno subrayó su compromiso con la unidad territorial de Siria y la defensa de su soberanía, así como el respeto a los derechos humanos y civiles de todos sus ciudadanos, independientemente de su condición.
En declaraciones anteriores, el régimen de Maduro había expresado su apoyo a al Asad, incluso solidarizándose en junio con «el hermano presidente» tras una orden de arresto emitida en Francia. Este lunes, reafirmaron su solidaridad con el pueblo sirio en este «momento crucial».
Además, hicieron un llamado a la comunidad internacional para que promueva soluciones que impulsen la paz, eliminen la violencia y el terrorismo, y ayuden al desarrollo integral de Siria.
La familia Al Asad había gobernado el país desde 1971, y este domingo su gobierno colapsó ante los insurgentes liderados por el Organismo de Liberación del Levante (HTS), quienes tomaron Damasco casi sin resistencia en un ataque que duró apenas 12 días.
Por su parte, la Embajada de Siria en Rusia confirmó que el expresidente se encuentra en Moscú, donde habría recibido asilo junto a su familia. El líder islamista Abu Mohamed al Jolani, vinculado a Al Qaeda, se proclamó victorioso, llamando a sus seguidores a mantener el orden en las áreas bajo su control.
DCN/Agencias