Desde el 1 de enero, los flujos de gas hacia Europa Central se han ajustado a la falta de suministro ruso por Ucrania. Los datos de los operadores de red indican que el incremento de envíos desde Alemania e Italia ha permitido compensar la disminución.
A lo largo de 2022, Austria continuó recibiendo gas de Eslovaquia, aun cuando los contratos con Gazprom se detuvieron en noviembre. Según el informe diario de Austrian Grid Management, Austria aumentó las importaciones desde Alemania e Italia tras la interrupción de los flujos desde Eslovaquia, que fue resultado de un acuerdo de tránsito que Ucrania decidió no renovar.
Por su parte, Eslovaquia también enfrentó el cese de gas hacia la República Checa y ha dependido de una conexión con Hungría para sus importaciones desde el inicio del año. Los contratos de Gazprom que aseguraban el suministro a Eslovaquia, los cuales cubrían alrededor de dos tercios del mercado, también se detuvieron con el fin del tránsito por Ucrania.
Datos de Eustream, el operador eslovaco, reflejan que el lunes se reportaron 87 gigavatios hora (GWh) de flujos diarios de gas desde Hungría, lo que representa el nivel más alto desde enero. Aunque este número es inferior a los máximos de 100 GWh alcanzados a finales de 2022, esto muestra que los volúmenes se han quedado en Eslovaquia, debido a la falta de exportaciones a Austria y la República Checa.
SPP, el principal proveedor eslovaco, ha señalado que la ruta a través de Hungría, que incluye el gasoducto TurkStream, continúa siendo una opción fundamental ante la falta de suministro por Ucrania, aunque preferiría restablecer conexiones a través de Alemania hasta República Checa o Austria, las cuales no se han utilizado hasta el momento.
Con información de Reuters.
DCN/Agencias