¿Te has cuestionado por qué tu cabello no muestra mejoría? Quizás lo sientas reseco o débil. Es importante reflexionar sobre la frecuencia con que lo lavas, y esto incluye no solo el momento en que aplicas shampoo y acondicionador, sino cuando lo mojas. La genética influye en cada persona, y también en su tipo de cabello. Para determinar la frecuencia de lavado, es clave comprender las características de tu melena.
No se trata de lavar el cabello a diario para que luzca sano, sino de hacer el lavado según lo que tu cabello requiera. Por ejemplo, el cabello graso necesita lavados más frecuentes que el cabello seco. Sin embargo, limpiar demasiado puede eliminar la capa protectora natural que se forma por la grasa del cabello, lo que puede llevar a que el cuero cabelludo produzca más aceite y resulte en un cuero cabelludo graso y puntas resecas, debilitando el cabello.
Para establecer cada cuánto debes lavarte el cabello, hay que considerar factores como el sudor, el exceso de grasa y el uso de productos de estilizado. De forma general, se recomienda que los hombres laven su cabello diariamente, mientras que las mujeres deberían hacerlo unas cinco veces a la semana. Sin embargo, esto puede variar y es recomendable observar la respuesta del cabello.
Aunque sea sorprendente, los cabellos rizados o afro no deberían lavarse con tanta frecuencia; lo ideal es hacerlo cada cuatro días para evitar que se resequen o quiebren. En el caso de cabellos tratados con tintes o químicos, se sugiere lavar de dos a tres veces por semana para cuidar la hebra capilar.
Como mencionamos, cada cabello es único y lo que no se aconseja es lavarlo todos los días, ya que es esencial permitir la creación de esa grasa natural. Al momento de lavarlo, una buena práctica es aplicar un pre-shampoo o aceite para hidratar; esto puede incluir incluso acondicionador. Permite que actúe por 20 minutos y luego realiza el lavado habitual, ya que esto ayudará a proteger la hebra capilar.
Vía Diario 2001
DCN/Agencias