Mario Fernando Paolini Pacifici, de 93 años, ha vivido en Venezuela por 69 años, la mayor parte en el estado Zulia. Nacido el 14 de abril de 1931 en Franca Villa Al Mare, Italia, fue víctima de bombardeos alemanes que destruyeron su hogar durante la Segunda Guerra Mundial. Los recuerdos de la guerra y la devastación que sufrió su familia aún están frescos en su mente.
Paolini, único hijo de Conchetta y Tulio Paolini, asistió a la escuela primaria y llegó hasta el segundo año de bachillerato, pero tuvo que interrumpir sus estudios debido a la inestabilidad política en Italia. A los ocho años, experimentó la angustia que traía la guerra; sus padres lo llevaban a refugios durante los bombardeos, momentos que aún le causan dolor al recordar.
En 1955, tras culminar la guerra y con Italia en ruinas, Paolini decidió emigrar a Venezuela, donde su padre y su tío ya vivían. Llegó en el barco militar «Auriga», ahora adaptado para el transporte de emigrantes. En Caracas, se dedicó a diversas actividades económicas para sostenérselo, mientras enviaba dinero a su madre.
Después de un tiempo en la capital, se trasladó a Maracaibo, donde su tío había trabajado en construcción. Primero, Paolini vivió en un pequeño lugar con otros compatriotas antes de buscar trabajo por su cuenta. Su primer empleo fue limpiando vidrios, pero rápidamente se reorientó hacia la venta de galletas, logrando subsistir y apoyar a su familia.
Paolini ejerció diferentes oficios durante su estancia en Venezuela, incluyendo la construcción, la venta de víveres y panadería. Participó en la construcción de cines y otros edificios significativos en la región. La comunidad italiana tuvo un impacto importante en el desarrollo de la infraestructura en el Zulia, con una reputación de calidad y confianza en sus contratos.
En su vida personal, contrajo matrimonio con Nelly Urdaneta, con quien tuvo tres hijos, y posteriormente se casó con la italiana Nadia Garbati, con quien ha compartido 57 años de vida en común. Paolini ha recibido un «Certificado de Zulianidad» en reconocimiento a su dedicación y contribuciones en Venezuela, simbolizando su perseverancia y la historia de muchos inmigrantes que encontraron un nuevo hogar en este país.
DCN/Agencias