El Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia ha reafirmado su intención de continuar el conflicto en la región del Catatumbo, que consideran una «guerra de liberación». Según afirmaciones del grupo, han capturado a «decenas» de miembros de las disidencias de las FARC, específicamente del Frente 33.
Un portavoz del ELN, en un video compartido en redes sociales, denunció el «abandono estatal» en la zona y describió esta situación como una «deuda social histórica» que se ha agravado tras el «fracasado proceso de paz» con las FARC. Se destaca que no todos los integrantes de la extinta guerrilla aceptaron el acuerdo de paz, lo que condujo a la creación de fracciones como el Frente 33, que según el ELN está en un estado de «degradación» por la incapacidad de reestructurarse como un grupo insurgente.
El ELN sostiene que se siente «obligado» a enfrentarse a estas disidencias, concentrando sus acciones en las «milicias» y en la «estructura económica» del Frente 33, afirmando que su objetivo no es la población civil, aunque la violencia en la región ha resultado en alrededor de 40.000 desplazados.
El ELN ha prometido investigar cualquier «exceso» y ha solicitado al Gobierno de Gustavo Petro la habilitación de un «corredor humanitario» en esta área limítrofe con Venezuela. Además, han confirmado tener en su poder a «decenas» de disidentes de las FARC, quienes son considerados «prisioneros de guerra».
Por su parte, el presidente Petro ha cuestionado públicamente las intenciones del ELN, sugiriendo que su control sobre el Catatumbo estaría motivado por intereses económicos y políticos relacionados con la producción de cocaína. También identificó a Gustavo Aníbal Giraldo Quinchía, conocido como Carlos Emilio Marín ‘Pablito’, como uno de los jefes de estas operaciones. Petro ha prometido seguir trabajando para «derrotar» a la guerrilla, un cambio notable respecto a los intentos anteriores de conciliación para las negociaciones de paz.
Con información de Europa Press.
DCN/Agencias