Las aplicaciones de crédito que han surgido y ganado popularidad en Venezuela en el último año están proporcionando un impulso significativo a la economía del país, particularmente en el ámbito del comercio electrónico. Miguel Rojas, economista y experto en consultoría, destaca que estas herramientas ofrecen una opción accesible para las clases menos favorecidas, permitiéndoles adquirir bienes y servicios.
Según Rojas, la adopción de estas aplicaciones se ha basado en un modelo de negocio positivo, lo que sugiere que podrían contribuir a la estabilidad económica a largo plazo. Además, estas alternativas de financiamiento han generado una sensación de alivio en la población, que ha enfrentado una crisis inflacionaria persistente durante una década.
El economista menciona a Cashea y Krece como ejemplos de iniciativas crediticias que funcionan como soluciones prácticas para los ciudadanos, dado el contexto de fluctuaciones económicas y salarios bajos. Rojas enfatiza la necesidad de retornar al financiamiento bancario para fomentar nuevas inversiones en tecnología e inventarios, a fin de consolidar los avances visibles en la economía.
También advierte que el sector económico ha aprendido a adaptarse a un entorno volátil y cambiante, donde los resultados económicos son impredecibles. En sus palabras, la población ha desarrollado la capacidad de lidiar con problemas como la inflación, el mercado cambiario y los ingresos a lo largo del año.
DCN/Agencias