Los bomberos continúan combatiendo los incendios forestales en Los Ángeles, donde las llamas han cobrado la vida de al menos 16 personas y han devastado comunidades. Hasta ahora, el incendio de Palisades ha arrasado 9.500 hectáreas y está contenido en un 11%, mientras que el incendio de Eaton afecta 5.700 hectáreas y está contenido en un 15%. Las llamas han dejado más de 12.000 estructuras dañadas, incluyendo viviendas, vehículos recreativos y cobertizos.
Las condiciones cambiantes del viento representan un peligro adicional, ya que los meteorólogos advierten que los vientos aumentarán en los próximos días, lo que podría avivar el fuego. La pausa temporal en el viento ha sido seguida por ráfagas que, según el Servicio Meteorológico Nacional, intensificarán los incendios en el sur de California.
La escasez de viviendas debido a la destrucción de edificios podría complicar aún más la situación para los inquilinos de la ciudad. Algunos residentes, como Brian, un jubilado que perdió su apartamento, han expresado su preocupación por la difícil búsqueda de nuevas viviendas.
La situación ha generado informes de saqueos, lo que ha llevado a la policía y la Guardia Nacional a establecer controles y un toque de queda. Recientemente, dos personas fueron arrestadas por violar este toque de queda en Brentwood. Un cartel que advertía sobre saqueadores fue colgado en Pacific Palisades, reflejando la tensión en la comunidad.
Los residentes han mostrado frustración por los largos tiempos de espera para acceder a sus vecindarios, mientras que las quejas por el manejo de los recursos hídricos durante el incendio también han surgido. Críticas a las autoridades han aumentado, con el presidente electo Donald Trump señalando incompetencia en el manejo de la situación.
Entre las víctimas de los incendios se encuentra Rory Sykes, una ex estrella infantil. Su madre anunció su trágica muerte en redes sociales. Equipos de rescate están trabajando para buscar a desaparecidos y el número de muertos podría aumentar.
Una investigación está en marcha para determinar la causa de los incendios, con la participación del FBI y la ATF, mientras que las autoridades locales aseguran que no dejarán «ninguna piedra sin mover».
DCN/Agencias