La familia de Daniel Salas, un joven de 18 años encontrado sin vida en Aragua de Barcelona, se encuentra en estado de conmoción ante la falta de claridad sobre las circunstancias de su fallecimiento. El cuerpo del chamo fue localizado en la madrugada del lunes 20 de enero en la carretera que conduce a la represa La Estancia, en la región centro de Anzoátegui.
Lilibeth Salas, madre de Daniel, relató que la última vez que vio a su hijo fue la noche del domingo 19, cuando este salió hacia la casa de su novia. De acuerdo con los parientes, Daniel salió a las 8:30 P.M. acompañado de amigos para celebrar que se alistaba como militar.
Durante el encuentro, se originó una pelea entre primos, en la que uno de ellos terminó inconsciente. Según la madre, Daniel colaboró en llevar a este primo a un centro de salud, el hospital Rafael Rangel. Sin embargo, a las 3 de la madrugada del 20, unos vecinos llegaron a avisarle que su hijo “estaba cortado” y que otro muchacho estaba en el hospital.
La madre expone que Daniel iba de acompañante en una moto cuando se produjo un choque. “Mi hijo estaba desnudo; su ropa apareció en el patio de una casa en Barrio Obrero, y había sangre en la pared”, detalló. Afirmó además que el dueño de la casa grabó un video en donde un joven que supuestamente atropelló a Daniel lo amenazaba previamente, lo que aumentó sus sospechas sobre lo sucedido.
En el hospital, los médicos informaron a la familia que Daniel llevaba un tiempo considerable fallecido, lo que hizo que se cuestionaran aún más las causas de su muerte.
Extraoficialmente, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) detuvo a dos individuos, identificados como Bernardo Vázquez y Carlos González, quienes se encontraban bajo los efectos del alcohol durante el incidente. Vázquez admitió haber hecho amenazas, aunque no pudo recordar a quién. Luego de los procedimientos pertinentes, ambos fueron liberados.
La familia de Daniel sostiene que las indagaciones no se realizaron de manera adecuada, señalando que las autoridades catalogaron el caso como un accidente sin ahondar más en la investigación. A más de una semana de la tragedia, los familiares continúan pidiendo justicia, insistiendo en que “no fue un accidente, a mi hijo lo mataron”.
DCN/Agencias