Valiño, en la cuerda floja: La Vinotinto Sub-20 se despide del Sudamericano
El entrenador argentino de la selección Sub-20 de Venezuela, Ricardo Valiño, enfrentó un duro revés en el Sudamericano de la categoría, donde la Vinotinto juvenil no logró avanzar tras caer 0-1 ante Paraguay en Cabudare, estado Lara. Este resultado dejó a la selección sin posibilidades de acceder al hexagonal final, que otorga cuatro plazas al Mundial, justo antes del partido contra la imbatible selección de Uruguay.
La actuación del equipo fue un vaivén; comenzó perdiendo ante Chile, luego consiguió una contundente victoria sobre Perú, que terminó siendo la primera eliminada del torneo, pero no logró mantener la consistencia y terminó cediendo puntos vitales contra Paraguay. A pesar de contar en sus filas con talentos como Nicola Profeta y Kervin “Tuti” Andrade, la Vinotinto padeció de una falta de identidad y planteamiento que se tradujeron en una eliminación precoz.
Valiño recurrió a una estrategia basada en pelotazos, que según estadísticas en el fútbol, más del 92% de esos pases largos son interceptados por los rivales. Esa clara falta de cohesión impidió que el equipo desarrollara un juego efectivo, llevándolos a depender más del azar que de una planificación táctica.
En el encuentro contra Paraguay, la selección jugó con intensidad, pero el técnico no logró corregir la ansiedad que creció en el plantel luego de ir abajo en el marcador durante la segunda mitad. A pesar de intentar responder con la inclusión de Alejandro Cichero Jr. para aprovechar su presencia física en los balones aéreos, la estrategia no funcionó y la desesperación se adueñó del equipo.
Con el silbato final, se extinguieron las esperanzas de la Vinotinto de alcanzar un Mundial juvenil, y Valiño se quedó sin argumentos para justificar el mal rendimiento. A lo largo de un proceso extenso, conocía al grupo y seleccionó a los jugadores basándose en su criterio, lo que resalta aún más la responsabilidad recae sobre él. La ilusión de un nuevo horizonte en el fútbol juvenil venezolano se diluyó, dejando una amarga sensación tras un Sudamericano sin éxito.
DCN/Agencias