El gobierno de Nicolás Maduro expresó su condena este sábado por el asesinato de dos jueces iraníes, ocurrido en un ataque armado frente a la Corte Suprema de Justicia en Teherán. Según el Poder Judicial iraní, el agresor se suicidó tras perpetrar el ataque.
En un comunicado difundido a través de Telegram, la Cancillería venezolana calificó el suceso como un «ataque terrorista», mencionando a los jueces Ali Razini y Mohammad Moghiseh, quienes ocupaban los cargos de jefe de la Sección 39 y de la Sección 53, respectivamente. El gobierno expresó su solidaridad con Irán y su esperanza de que se identifiquen y sancionen a los responsables de este crimen.
Asimismo, la declaración rechazo el terrorismo en todas sus formas y lamentó los actos de violencia que buscan infundir temor en la población civil, subrayando que son violaciones claras al derecho a la vida y a vivir en paz.
El ataque resultó en el asesinato de los dos jueces y dejó a un agente de seguridad herido. Según la agencia Mizan, del Poder Judicial iraní, el autor del ataque había planeado específicamente el homicidio de los jueces, reconocidos por su historial en la lucha contra crímenes relacionados con la seguridad nacional, así como el espionaje y terrorismo.
Las primeras indagaciones revelaron que el atacante no había presentado denuncias ante la Corte Suprema ni había interactuado con otros órganos judiciales, aunque algunos medios sugieren que podría haber sido empleado del Tribunal. Las autoridades ya han iniciado investigaciones para identificar a posibles cómplices en este ataque.
DCN/Agencias