La reciente actuación de la selección venezolana de fútbol en el Campeonato Sudamericano Sub-20, realizado en nuestro país, fue un duro traspié que llevó a la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) a tomar decisiones contundentes. La Vinotinto, que competía en un grupo que no incluía a potencias como Argentina, Brasil o Colombia, no logró sobrepasar la fase de grupos, siendo eliminada tras caer ante Chile y Paraguay.
Este desempeño dejó una sensación de frustración en la FVF, que decidió poner fin a la era de Ricardo Valiño en la dirección de las selecciones juveniles de Venezuela. A través de un comunicado en sus redes sociales, la FVF anunció que tanto Valiño como su cuerpo técnico no continuarían al frente de las selecciones Sub-20 y Sub-23. A pesar de la desilusión, la federación agradeció al entrenador argentino-mexicano por su “compromiso, profesionalismo y dedicación” durante su gestión, y le deseó éxito en sus futuros proyectos.
Valiño se había hecho cargo de la selección a principios de 2023, en un momento crítico tras la renuncia de José Néstor Pékerman al equipo mayor. Su carrera con la Vinotinto inició en la categoría Sub-17, donde logró clasificar la selección al Mundial de esa categoría, alcanzando octavos de final, un hito que le aseguró su ascenso a las selecciones Sub-20 y Sub-23. Sin embargo, su mandato se tornó complicado y sus recientes fracasos en el Preolímpico y en el Sudamericano Sub-20 dejaron a la FVF en la búsqueda de un nuevo rumbo que propicie un futuro más esperanzador para el fútbol venezolano.
El despido de Valiño refleja la necesidad de un cambio en la estructura técnica del fútbol juvenil del país, buscando revitalizar esos talentos que en el pasado han dejado huellas importantes, pero que en esta ocasión no lograron brillar en el escenario continental. Sin duda, será un periodo de reflexión y reconstrucción para la FVF, que espera que el próximo entrenador pueda retomar el camino hacia el éxito internacional.
DCN/Agencias