El Ministerio de Defensa de Colombia ha confirmado la muerte de 63 personas debido a enfrentamientos entre grupos armados en la región de Catatumbo, ubicada al noreste del país. Estos combates han provocado una de las crisis humanitarias más severas en los últimos años, afectando a casi 85.000 personas, entre desplazados y quienes se encuentran atrapados en medio del conflicto.
El 16 de enero se intensificaron los enfrentamientos entre la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Frente 33, disidencias de las FARC, por el control de esta región, que es fronteriza con Venezuela y rica en recursos minerales, además de tener condiciones ideales para el cultivo de coca.
Como consecuencia de la violencia, el Gobierno colombiano decidió cancelar las conversaciones de paz con el ELN y reactivó las órdenes de arresto para sus líderes, incluyendo a Eliécer Herlinto Chamorro Acosta, conocido como ‘Antonio García’, y el jefe negociador Israel Ramírez Pineda, apodado ‘Pablo Beltrán’.
Hasta el momento, más de 52.000 personas han sido desplazadas, y alrededor de 20.000 se encuentran atrapadas en medio del fuego cruzado entre las organizaciones armadas. Esta situación ha llevado a que se declare un estado de conmoción interior en el país, y se han implementado medidas de seguridad adicionales para la población, específicamente dirigidas a líderes sociales, firmantes de paz, autoridades locales y otros actores regionales que enfrentan la violencia en la zona.
Las autoridades trabajan en la atención de esta crisis y en la protección de quienes viven en estas condiciones de riesgo.
DCN/Agencias