La organización no gubernamental Voces de la Memoria ha emitido una grave denuncia relacionada con el debut del UCV Football Club en la Conmebol Copa Libertadores. Según la ONG, los jugadores del equipo salieron al campo con camisetas que llevaban el logo de la División de Asuntos Especiales (DAE), parte de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), entidad acusada de torturas y violaciones de derechos humanos en Venezuela.
Este símbolo, denunciado por diversas organizaciones, se utiliza también como parte de la propaganda del gobierno de Nicolás Maduro, en el marco de la polémica «Operación Tun Tun», que supuestamente implica el secuestro y desaparición de opositores políticos y activistas.
La ONG hizo una comparación contundente: “Esto sería como si un equipo argentino patrocinado por la Universidad de Buenos Aires durante la dictadura llevara el emblema de la ESMA, o si un equipo alemán lo hiciera con una esvástica”, criticaron, evidenciando la seriedad de la situación.
Además, Voces de la Memoria señaló que Alexander Granko Arteaga, director de la DAE, sería el verdadero propietario del UCV FC. Curiosamente, su hijo de 16 años ha sido seleccionado como jugador titular, lo que plantea dudas sobre su experiencia en el campo. Granko Arteaga, apodado «Barba», está vinculado a la creación de centros clandestinos de tortura en Caracas, según informes de la ONU.
La organización también indicó que el deporte en Venezuela está en manos de testaferros que promueven obras del horror, utilizando los clubes deportivos como herramientas de propaganda y blanqueo de imagen. Sugieren que el UCV FC forma parte de un grupo de instituciones deportivas controladas por Granko, que comparten el mismo símbolo de la DAE, como es el caso del equipo de baloncesto Espartanos, ubicado en El Helicoide.
Voces de la Memoria recordó que la FIFA se compromete al fair play y su Código Ético condena la corrupción y la violencia. “La presencia de un equipo que muestra el emblema de un centro de torturas contradice estos principios y plantea serias interrogantes sobre los controles éticos de la Copa Libertadores. Resulta alarmante que este emblema haya pasado los rigurosos controles de CONMEBOL, que prohíben mensajes políticos sin aprobación oficial”, destacaron.
Finalmente, reclamaron que “el silencio institucional ante este escándalo no solo normaliza la barbarie, sino que convierte al fútbol en un instrumento para legitimar a quienes violan derechos humanos. FIFA y CONMEBOL deben asumir su responsabilidad ética y tomar acciones urgentes para evitar que el deporte se convierta en un escaparate de la impunidad”.
DCN/Agencias