El Gobierno de Estados Unidos ha trasladado a más de 100 migrantes venezolanos a la base naval de Guantánamo, Cuba, según reportes de medios estadounidenses. Este proceso inició el 4 de febrero y forma parte de la política de estricto control migratorio de la administración de Donald Trump.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, ha calificado a estos migrantes como «lo peor de lo peor» y ha señalado que muchos de ellos están relacionados con la banda transnacional Tren de Aragua. A pesar de estas afirmaciones, no se han ofrecido detalles específicos sobre los detenidos, más allá de acusaciones de ser «criminales».
De acuerdo con el diario The New York Times, 53 hombres están actualmente recluidos en una cárcel dentro de la base militar. La información indica que tres de estas personas fueron arrestadas tras presentarse en una cita con las autoridades migratorias en la frontera sur, utilizando la aplicación CBP ONE. Un tercero se entregó a los agentes de la Patrulla Fronteriza tras cruzar la frontera de manera irregular.
Los migrantes, que portaban tatuajes, afirmaron que los agentes migratorios los identificaron erróneamente como miembros del Tren de Aragua debido a los diseños en su piel. Una de las historias relevantes es la de Simancas, quien se entregó a la Patrulla Fronteriza en mayo de 2024 después de haber cruzado la frontera. Su hermana ha mencionado que ha estado en detención desde entonces.
El caso resalta el impacto de la política migratoria de EE. UU. en la vida de estos venezolanos, quienes buscan mejores oportunidades y son considerados sospechosos por las autoridades.
DCN/Agencias