La guerra entre Rusia y Ucrania se encuentra en un punto complicado tras tres años de conflicto. Desde que Vladimir Putin ordenó la operación militar, ambos ejércitos han mostrado dificultades para llevar a cabo avances significativos. Sin embargo, la posibilidad de un acuerdo político ha cobrado fuerza debido al aparente interés de Estados Unidos y Rusia en restablecer relaciones, lo que ha generado inquietudes sobre qué pasará con Ucrania.
Rusia ha logrado recientes éxitos militares, coincidiendo con la reelección de Putin en marzo. Las tropas ucranianas enfrentan escasez de municiones, mientras que los aliados no han autorizado el uso de armamento de largo alcance contra objetivos en territorio ruso. A pesar de algunos avances lentos en el Donbás y el sur de Ucrania, Rusia ha perdido terreno en sus objetivos iniciales, quedando lejos de tomar Kiev o Járkov.
Actualmente, Rusia controla casi la totalidad del este de Ucrania, parte de las provincias de Zaporiyia y Jersón, y Crimea, anexada en 2014. El territorio en manos rusas abarca más de 108.000 kilómetros cuadrados, es decir, 18% de Ucrania. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha declarado que recuperar esos territorios es una línea roja en las negociaciones, aunque esto ha sido considerado poco realista por la nueva administración de Trump.
La situación ha llevado a Ucrania a implementar medidas para evitar la huida de hombres en edad de reclutamiento, e incluso se ha incluido a prisioneros en el esfuerzo bélico. Por su parte, Rusia ha realizado reclutamientos, contando con combatientes chechenos y norcoreanos. Según estimaciones, Rusia ha sufrido cerca de 850.000 bajas, mientras que Ucrania habría tenido alrededor de 430.000.
En 2024, se han intensificado los ataques, especialmente con drones. Ucrania recibió la aprobación de algunos aliados para usar misiles de largo alcance en territorio ruso. Trump, quien asume un papel clave en el manejo del conflicto, ha sugerido que de haber estado en el poder, la guerra no habría ocurrido. Ha planteado negociaciones entre las partes, destacando el alto costo humano y financiero del conflicto.
Recientemente, en Riad, se llevó a cabo una reunión entre representantes de Washington y Moscú para seguir buscando una resolución a la guerra, resaltando la fragilidad del papel estadounidense en este conflicto global. Mientras tanto, la idea de un ejército europeo común ha ganado impulso en vista de las crecientes tensiones y demandas de seguridad dentro de la OTAN.
DCN/Agencias