Este lunes 3 de febrero, el papa Francisco se pronunció sobre la situación de los niños indocumentados en la frontera de Estados Unidos, a los que describió como las “primeras víctimas” del éxodo de personas que busca llegar a ese país. Durante la inauguración de la Cumbre Internacional sobre los Derechos del Niño, titulada «Amémoslos y protejámoslos», en el Palacio Apostólico del Vaticano, el pontífice hizo un llamado a recordar a los niños rohinyás, que enfrentan dificultades para ser registrados, y a aquellos menores que cruzan la frontera.
Francisco destacó que aproximadamente 150 millones de niños son «invisibles», sin existencia legal, lo que les limita el acceso a educación y atención médica. Esta situación los hace más vulnerables a la trata de personas y a ser vendidos como esclavos, según su declaración citada por Vaticannews.
El papa también condenó lo que llamó “prácticas asesinas”, como el aborto, y subrayó que muchos menores en el mundo mueren por falta de cuidados o sufren explotación en diversas formas. Expresó su deseo de que la cumbre sirva para «abrir nuevos caminos» en la protección de los niños, quienes a menudo ven sus derechos vulnerados o ignorados.
DCN/Agencias