Elliott Abrams, exenviado especial del primer Gobierno de Donald Trump para Venezuela, rechazó la visita de Richard Grenell a Caracas y su reunión con Nicolás Maduro, que tuvo lugar el 1 de febrero. Durante este encuentro, se discutieron asuntos como la liberación de seis ciudadanos estadounidenses que se encuentran detenidos en el país.
Abrams calificó la visita de Grenell como “un momento terrible” y consideró que la reunión podría interpretarse como un reconocimiento implícito a Maduro por parte de la administración Trump. Indicó que si el objetivo era enviar un mensaje fuerte sobre temas migratorios, el presidente Trump podría haberlo hecho directamente, sin necesidad de enviar a un representante a Caracas.
Abrams ha sido un crítico constante de cualquier acercamiento hacia el gobierno de Maduro, y su postura se mantiene firme ante este tipo de gestos diplomáticos.
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DCN/Agencias