La empresa suiza Ruag, dedicada a la ingeniería aeroespacial y la defensa, se encuentra en el ojo del huracán por presuntas irregularidades que incluyen fraude, falsificación de documentos y lavado de dinero, con pérdidas que superan los diez millones de francos suizos. Según reportes de los periodistas de Blick, el Ministerio de Defensa suizo sabía de las acusaciones de corrupción desde 2019, pero no tomó medidas al respecto.
La Oficina Federal de Auditoría de Suiza (EFK) corroboró la información, generando controversia en torno a la salida de la consejera federal Viola Amherd, quien está por dejar su cargo al frente de Defensa. En el centro del escándalo se encuentra un gerente del cantón de Valais, acusado de vender cajas de cambio de tanques Leopard 2 a un comerciante alemán de chatarra a precios muy bajos, según un informe interno.
El denunciante, quien alertó en 2019, cuestionó a las autoridades de Ruag sobre la finalidad de estas transacciones. Otra queja involucra a una sucursal de Ruag en Kassel, que vendió piezas de Leopard 2 a precios inferiores al 50% de su valor. Las advertencias sobre estos hechos llamaron la atención, pero las investigaciones internas no fueron exhaustivas.
No fue sino hasta 2022 que la Fiscalía anticorrupción alemana comenzó su propia investigación, y la esposa del gerente de Valais fue identificada como socia en un negocio crítico. A pesar de ello, las autoridades suizas actuaron tardíamente. A comienzos de 2023, Amherd y el consejo de Ruag iniciaron sus propias indagaciones, enfocándose en lotes de tanques Leopard 1 en mal estado en Italia.
Informes revelan que los daños potenciales podrían alcanzar cifras millonarias debido a diversas irregularidades. Tras varios años de inacción, Ruag presentó una denuncia penal y evalúa responsabilidades de antiguos directivos, sobre todo en un caso que involucra la venta de piezas valoradas en 48 millones de euros por solo tres millones.
DCN/Agencias