Este Carnaval, la demanda turística ha estado por debajo de lo esperado, según Nicola Furnari, coordinador del Subcomité de Estrategias Turísticas del Comité de Líderes Empresariales de Fedecámaras. Aunque confían en que las ventas puedan mejorar en el último momento, ya están mirando hacia la Semana Santa, que hasta la fecha tampoco presenta un gran movimiento.
Furnari señala que la situación desfavorable se debe a la débil conectividad aérea, afectada por factores políticos que impactan al sector turismo. Explicó que la falta de interconexión incrementa los precios de los boletos, ya que las familias deben hacer escalas para llegar a su destino, lo cual encarece aún más los viajes en temporada alta.
El limitado poder adquisitivo es otro de los desafíos que enfrenta la industria. Desde 2022, el salario mínimo en Venezuela es de 130 bolívares (aproximadamente 2,05 dólares), mientras que el ingreso mínimo integral que recibe el sector público es de 130 dólares. En contraste, los trabajadores del sector privado en el Área Metropolitana de Caracas ganan en promedio 230,76 dólares mensuales.
Con estos ingresos, el salario mínimo cubre solo el 27,69% de la Canasta Alimentaria Familiar (CAF), que tuvo un costo de 476,82 dólares en enero de 2025, de acuerdo con el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros. Por su parte, el promedio de salario en el sector privado abarca el 48,39% de dicha canasta.
A pesar de este panorama, Furnari destaca que el sector turismo ha avanzado en la oferta de destinos, con una mayor variedad de alojamientos y tipos de turismo, como el gastronómico y el aviturismo.
DCN/Agencias